* Por Juan "Juanchi" Capózzolo
La familia Cian, una histórica familia productora de nuestra zona, como consecuencia de las políticas anticampo no logró crecer para alcanzar una economía de escala que le permitiera subsistir al advenimiento de sucesivas generaciones y sus necesidades, por lo que se encontró atrapada en una economía minifundista. Ellos ahora son acosados por la prepotencia de quienes no cargan con la virtud de la paciencia.
Conjuntamente con ello, la migración que se va dando desde los pueblos que viven de la producción agropecuaria, principalmente en la cuña boscosa, que van reduciéndose inexorablemente y llevan a sus habitantes a engrosar los alrededores de las ciudades que ilusionan con posibilidades de trabajo. Ellos vienen, teniendo en cuenta la juventud de los actores, de generaciones educadas en la sensación de los derechos generados en su propia conveniencia, y la inexistencia de las obligaciones derivadas del contrato social que significa la Constitución Nacional, pero sus necesidades básicas son innegables.
Estas dos situaciones generadas y fogoneadas por la parte inmoral de la política impulsan a un enfrentamiento de difícil solución definitiva. Si no asumimos esta realidad como ciudadanos, considero que caeremos en la pereza trágica de negar lo que pasa en nuestro país, y la necesidad de generar urgente una concientización social que nos lleve, al menos, a acercar ambos lados de la grieta.
Pero, una vez aceptada por nosotros la situación no podemos dejar de exigir a los políticos que abandonen esa disfonía que los lleva a algunos a hablar demasiado y a otros a callar mas aún.
Los responsables son los políticos que no imaginaron acciones de estímulo al arraigo y la producción, largamente pedidas por los habitantes , y que al contrario, desde la comodidad de sus despachos pergeñaron otras que traban el desarrollo del interior.
¿Es qué acaso darle un terreno es la solución ?, ¿qué vayan a armar una carpa para que vivan en el frio o el barro acallará vuestra conciencia?, porque aclaremos, conciencia no es lo mismo que conveniencia política.
De ambos lados hay seres humanos, hay niños, hay necesidades, no son solamente votos
No pueden todos los políticos tampoco quedar incluidos en esta descripción, pero ¡al que le quepa el sayo que se lo ponga!. ¡ Sres políticos, ustedes no tienen la palabra, ustedes tienen la obligación de solucionar esto!.
* Productor agropecuario de Reconquista