La fuga de la cárcel de Piñero, de la que se escaparon ocho presos ocurrido el 27 de junio, puso en alerta a buena parte de las autoridades del Servicio Penitenciario. En cada unidad de la provincia, directores, guardias, celadores y hasta gariteros comenzaron a poner atención a cualquier movimiento que pudiera levantar sospecha.
En ese contexto, el fantasma de una posible fuga rodeó a otro establecimiento carcelario de Santa Fe. Se trata de la cárcel de Las Flores, ubicada en avenida Blas Parera al 8000 y la cual aloja a 1250 internos apróximadamente.
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El presunto plan de escape fue advertido el 14 de julio pasado, cuando encontraron en distintas requisas una serie de prendas de vestir de mujer y también un par de tacos en inmediaciones del pabellón N° 7; en el cual se encontraban alojados presos de “buena conducta” y con varios años de condena.
Sobre cómo llegó la indumentaria de mujer al interior de ese pabellón, autoridades del Servicio Penitenciario creen que fueron arrojadas por familiares y allegados de los internos desde afuera del penal. El propósito, estiman, era que se travistieran para lograr escapar durante alguna visita.
La ropa y los tacos fueron secuestrados por el personal de requisa. A raíz de ello, el pabellón N°7 fue vaciado por orden de la directora del penal, Natalia Castillo, quien dispuso que los internos sean reasignados a otros sectores. Desde el Servicio Penitenciario aclararon que se inició una investigación interna para esclarecer si las prendas eran para cometer una fuga.