La explosión de un transformador en una celda de 13300 kv dejó sin luz a todo el ejido urbano de Casilda y transformó a la ciudad en un verdadero caldo durante la tarde del martes. El corte se prolongó, al menos, por tres horas y hubo sectores que ni siquiera tuvieron agua potable en ese lapso. El descontento fue generalizado.
Los operarios de la EPE rápidamente se abocaron a la solución del problema, aunque no fue de sencilla resolución. Lo que en un principio se vaticinaba con un corte de una hora y media, se extendió más de los debido. Para colmo coincidió con uno de los días más calurosos de este verano.
El suministro se interrumpió en una hora que muchos afortunados aprovechan para descansar o reponer energías en el medio de una jornada laboral. Lo cual generó aún más malestar. Se hizo difícil soportar los más de 45 grados de sensación térmica. Hubo quienes sacaron reposeras a la calle y se colocaron debajo de un árbol. Otros pasaron la tarde en remojo en alguna pileta. Mientras que tampoco faltaron quienes descargaron su furia y tensión en las redes sociales.