Una familia descubrió que el hombre que habían velado y despedido en el camposanto no era su padre. La confusión se suscitó por el servicio fúnebre que lo realizó a cajón cerrado.
El equívoco se develó cuando en el cementerio Parque del Señor. Los familiares pidieron que se abriera el féretro para darle el último adiós. Ahí descubrieron que no se trataba de su familiar sino de alguien a quien nunca había visto en su vida.
De inmediato, se radicó la denuncia policial y, tras la intervención de la fiscal Guillermina Aielo, se descubrió que el familiar fallecido había sido enterrado en el cementerio La Piedad de Rosario. Se procedió, a la exhumación del cadáver y a su posterior identificación.
La fiscal Aielo determinó que la situación no constituía delito sino un error involuntario. Por lo que ambas familias que se dirijieron a la Defensoría del Pueblo de Rosario y tramitaron la exhumación de los cuerpos y correcta sepultura.