Dos jóvenes mujeres sufrieron ayer se encontraban en una vivienda alrededor de las 10 hs., dos delincuentes armados ingresaron y redujeron a la empleada doméstica de nombre Andrea.
La entradera se tornó violenta cuando los ladrones ataron con precintos a las víctimas y las golpearon, le tiraban el pelo y apuntaban con un arma de fuego a la cabeza exigiendo la entrega de dinero y objetos de valor.
Proceder del malviviente
Uno de los delincuentes se encontraba a cara de descubierta mientras repetía que no le importaba que lo miren. El segundo ocultaba su rostro detrás de un pañuelo. Tras las amenazas, la empleada doméstica les entregó $2.000 y una de las propietaria les dio $11.000 pesos que tenía como ahorros.
Un vecino advirtió esta escena y vio como los delincuentes escapaban a bordo de una moto Rápidamente se comunicó con el servicio 911 de la policía, las víctimas recibieron ayuda. Llegó a la vivienda Cecilia declaró a mi hija la ataron, le pusieron un revólver en la cabeza. Fue su cumpleaños hace poco, así que ella les dio su dinero regalo de sus amigas. Revolvieron toda la casa. Estamos en un lugar muy expuesto frente a la ciclovía", agregó con gran preocupación.
Mientras tanto, la policía organizó un operativo de saturación en toda la zona de barrio Pizzurno en tanto que agentes procuraban tomar huellas en el interior de la vivienda y recolectaban imágenes de videocámaras de casas del sector.
EN GARIBALDI Y CONSTITUCION
Otro hecho le ocurrió a un matrimonio sufrió una entradera en su casa de Garibaldi y Constitución, en barrio Central Córdoba. Dos delincuentes armados, ingresaron a la casa por una ventana pequeña.
Apenas se llevaron un celular porque los residentes opusieron una fuerte resistencia que les costó diversas heridas. El hombre de unos 50 años sufrió un fuerte culatazo del revólver en su cabeza en tanto que su esposa terminó con una herida cortante en el cuero cabelludo.
Los ladrones optaron por irse solo con un celular y según algunas versiones se subieron a un vehículo donde los esperaba una mujer.
Sandra, la propietaria de la casa ubicada a solo cuatro cuadras de la Jefatura de Policía, efectuó un duro descargo en sus redes sociales bajo el título "Rafaela, qué nos pasa".
Agradeció Martín Basso, su vecino, que inmediatamente se cruzó a socorrerlos.,