Alberto Fernández profundiza las relaciones diplomáticas con la administración de Joseph Biden, pero poco sirven para conmover la fuerte desconfianza del Fondo Monetario Internacional (FMI) que exige un programa económico sustentable para refinanciar a través de un crédito de Facilidades Extendidas la deuda de 44.000 millones de dólares que contrajo Mauricio Macri cuando ocupaba la Casa Rosada.
Gustavo Beliz coronó una gira muy interesante en Washington con reuniones protagonizadas por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, que influyen todos los días en la agenda regional de Biden.
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El subsecretario de Asuntos Estratégicos y el embajador argentino, Jorge Arguello, encontraron coincidencias geopolíticas con Sullivan y Sherman vinculadas al cambio climático, a la ayuda financiera post pandemia, al fortalecimiento de las instituciones multilaterales y a la negociación con el FMI.
Sin embargo, el viaje de Beliz, las gestiones de Arguello, y el trajinar de Martín Guzmán apenas conmueven al board del Fondo que sopesan las contradicciones del discurso oficial del secretario, el embajador y el ministro de Economía frente a la postura del kirchnerismo duro que ratificó en un spot de campaña su rechazó al pago de la deuda externa.
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Alberto Fernández siempre apostó a la influencia de Kristalina Georgieva para avanzar en la refinanciación de la deuda firmada por Macri y su ministro Nicolas Dujovne. Esa apuesta ahora es casi papel picado: la directora gerente del FMI perdió peso después del affaire con China, y Estados Unidos, Alemania y Japón se muestran inflexibles al momento de articular caminos alternativos que faciliten la negociación del Presidente y su ministro de Economía.
El FMI no reducirá los sobrecargos que pesan sobre la deuda argentina, y ya no queda tiempo para aprobar en 2021 un fondo especial con los Derechos Especiales de Giro (DEG) que detentan los países más poderosos del FMI. Eran dos instrumentos alternativos que robustecían la estrategia de la Argentina y que por ahora no estarán sobre la mesa de negociación.