David Henderson, el empresario británico que organizó el vuelo que mató al futbolista argentino Emiliano Sala, fue declarado culpable en el tribunal de Cardiff, en Gales, de poner en peligro la seguridad del avión.
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La avioneta en la que viajaba el futbolista, de 28 años, que era piloteada por el británico David Ibbotson, se dirigía de la ciudad francesa de Nantes a la capital galesa cuando se estrelló en el Canal de la Mancha el 21 de enero de 2019.
Según lo expuesto ante el jurado, que necesitó de más de siete horas para llegar a un veredicto, Henderson, una vez que conoció que la avioneta se había estrellado, mandó varios mensajes a diferentes personas pidiendo que guardaran silencio para no "destapar una lata llena de gusanos". El acusado explicó que temía que sus negocios fueran investigados debido a este incidente.
El abogado de la acusación, Martin Goudie, argumentó que Henderson fue "negligente" por cómo operaba con la avioneta y que "puso sus negocios por encima de la seguridad de los pasajeros al contratar a pilotos sin la calificación necesaria para volar o no competentes para completar determinados vuelos".
El cuerpo de Sala fue recuperado días después del accidente junto al fuselaje del avión, mientras que el de Ibbotson nunca se encontró.