Las consecuencias de la nueva Ley de Alquileres, la 27.551, siguen siendo negativas tanto para los dueños como para los inquilinos. Enrique Abatti, presidente de la Cámara de Propietarios de la Argentina, explicó que "Se trata de una ley paritaria, afecta a ambas partes por igual".
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Para el entrevistado, esto era previsible. La ley rige desde el 1 de julio de 2020 y, "Como toda ley que se entromete en las relaciones entre particulares, generó el efecto contrario a lo esperado. Nuestros legisladores no conocen la historia. Cada vez que el Estado metió las narices en los contratos y quiso modificar la ley de las partes, generó lo opuesto".
"La única solución que hay es derogar esta ley y volver a la anterior, al Código Civil y Comercial que rige desde 2015".
Escala
El funcionamiento de la normativa eliminó los acuerdos particulares o entre partes y fijó un índice anual que es elaborado y dado a conocer por el Banco Central.
"Yo todavía no sé por qué, teniendo el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el Banco Central se encarga de fijar eso. Ante la perspectiva de un alquiler planchado, fijo, por un año, el locador ya parte de una base superior. Por ejemplo, en CABA, un alquiler en el mes de junio, un mes antes de la ley, estaba a 30 mil pesos. En el mes de agosto se estaba pidiendo no menos de 40 mil pesos. Porque el propietario sabe que por un año va a tener un alquiler fijo con una inflación del 50, y es más que obvio que va a partir de una base superior", apuntó.
Lo que se cuestiona es que las partes no fijan los aumentos, sino que lo hace el Banco Central. "Hay una imprevisibilidad total, tanto para el inquino como el locador. Antes, si uno tenía una suma prefijada, las partes saben cuánto pagar y recibir".
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Los inquilinos no preveían un incremento tan grande, ahora con el interanual que corresponde a los alquileres del mes de octubre del año pasado, hay un aumento del 42 por ciento. Pero además, se parte de una base superior, porque el locador quiere resguardarse.
"El propietario quiere tener una renta, pero que es miserable. Hoy día no supera el 2 por ciento anual del capital invertido, cuando en otros países va en el orden del 4 o 5 por ciento anual. Por oferta y demanda se han retirado masivamente los inmuebles del alquiler. Porque ante esta perspectiva de ganancia el locador prefiere cerrarlo y ponerlo en venta", dijo por último.
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