El calor se hizo sentir ayer especialmente en la Terminal de Omnibus, cuando en la ciudad la temperatura alcanzó los 32 grados. Los equipos de aire acondicionado no funcionan a pleno y gran parte del lugar carece de refrigeración.
Justo en la época en que es mayor la cantidad de gente circula por allí, por lo que se podrían generar más ingresos, los bares pierden consumidores.
Otra chica, de un local que vende café y alfajores, contó que el dueño del negocio está cansado de reclamar para que se arregle la refrigeración de la estación, porque, ante tanto calor, ningún cliente se sienta en las mesitas, ni pide un café. Además, tuvieron que sacar del mostrador los alfajores de chocolate porque se les derriten.
Los quioscos y bares abiertos, cuentan con grandes ventiladores y se quejan porque la gente prefiere otros lugares donde sí funciona el aire.
En tanto, los locales cerrados, como todas las boleterías y otros negocios, cuentan con equipos de aire propios que mantienen prendidos todo el tiempo.
Compraron los equipos
En un intento por mejorar la situación, en febrero del año pasado la Asociación Amigos de la Terminal (que nuclea a comerciantes y proveedores) compró todos los equipos para la Estación. "Hicimos una gran inversión porque la gente tiene que estar bien atendida", explicó Roberto Di Santo, titular de esa entidad.
Los equipos no dan abasto. "El tema del aire es muy cambiante", expresó Di Santo. "Cuando baja la tensión los aparatos se apagan y funcionan sólo algunos", señaló y apuntó que sucede con frecuencia durante el verano. "El sistema es automático y cuando no hay voltaje, se corta" añadió. De ahí que gran parte del edificio se encuentre durante varias horas sin refrigeración.
El año pasado, cansados de los problemas con la falta de aire acondicionado, los comerciantes decidieron comprar equipos nuevos y que la Municipalidad se los descuente de los alquileres, pero ahora no alcanza la tensión eléctrica para alimentarlos.
Y es que el tema afecta directamente a las ventas. Los pasajeros eligen lugares con aire para tomar algo o comprar. "Acá hace mucho calor y la gente no se sienta en nuestros comercios", expresó otra empleada de un local que ayer a la tarde tenía un pequeño ventilador y ningún cliente a quien atender.
Otra mujer a cargo de un quiosco dijo que se las arregla con un ventilador y que no puede instalar aire porque el lugar es abierto.
Según los trabajadores de la Terminal, durante este verano sólo funcionó un sector, que es una parte de la ampliación hacia calle Alsina, donde claramente los equipos lanzan aire frío.
En el resto de la Terminal, por las bocas de aire, que están en el techo, no salía nada de aire, sólo en algunas se sentía algo, pero caliente. Un sauna nada confortable para pasar el verano.