Maxi Rodríguez tuvo anoche una despedida acorde a su estatura de caballero del fútbol: amado por sus hinchas, venerado por sus compañeros y respetado hasta por sus rivales. En el cotejo ante Banfield, este lunes de diciembre de 2021, la Fiera dejó oficialmente la actividad futbolística profesional. Al menos dentro del campo.
"Y después agradecerle a esta gente maravillosa: esto es único, me voy con esta foto que no me voy a olvidar nunca", tiró entre lágrimas, un rato antes de que le pasaran un video emotivo y retumbara en el Coloso la melodía del Himno Nacional.
La noche empezó con la salida al campo: después de un ingreso con papelitos, pancartas y hasta caretas de la Fiera, siempre acompañado por sus hijas Alma y Aitana, el 11 ñubelista se sacó la camiseta especial y se quedó con la de juego para afrontar su último partido.
Pasaron 286 encuentros disputados y 94 goles en una carrera que tuvo varios hitos: los tres mundiales (protagonismo estelar con sus goles a México en Alemania y contra Holanda por penales en 2014), el título juvenil en 2001 y sus pasos por Atlético Madrid y Liverpool.
Mientras estuvo en cancha, tuvo algunos destellos de su calidad: a los 2’ casi convierte pero lo taparon; a los 37’ no pudo en el mano a mano ante Cambeses; y a los 47’ pateó a las manos del golero un tiro libre cruzado.
Maxi besó el césped, agradeció y se fue al banco llorando. Y así siguió un buen rato, tratando de asimilar que estaba viviendo eso que los futbolistas tanto temen: el punto final. Aunque al señor Maxi Rodríguez tendrá, una vez superada la emoción, muchos motivos para sonreír.
Con info de Rosario3