Bajo el hashtag “Ni un Emanuel más”, un grupo de padres se manifestó contra la discriminación que habría sufrido un niño diagnosticado con síndrome de autismo en el jardín maternal “La Ronda”, luego que la familia del pequeño advirtiera que la institución le prohibió el ingreso hasta tanto sea acompañado de la presencia de un docente tutor.
En 2020, cuando Emanuel cursaba Sala de 2 fue diagnosticado con síndrome de autismo. Debido a su condición, desde el jardín recomendaron la reducción horaria. Al año siguiente, los directivos propusieron a la familia que el niño concurra al jardín con una docente integradora o un acompañante terapéutico.
Entre tanto, la familia de Emanuel dispuso una maestra tutora a través de la obra social para que apoye al niño en el jardín. Para octubre, la docente les comunicó que las horas cubiertas por la obra social habían finalizado, por lo que no podría continuar.
“Decidimos acercamos a la escuela porque habíamos entendido que iban a buscar una solución. Anteriormente habíamos hablado con los directivos en caso de que Ema no tenga una maestra de apoyo. Ante esto el jardín nos dijo que iba a ver cómo se resolvía. Finalizada la etapa más estricta de la pandemia no hubo intervención de la escuela especial a pesar que nosotros lo habíamos pedido y que también lo habían sugerido las docentes, sumado a que la ley dice que las instituciones tienen que dar aviso a la escuela especial para ver si el niño necesita un acompañamiento”, narró Soledad Roa, madre de Emanuel.
Sin una docente que acompañara al niño, las autoridades del jardín prohibieron a Emanuel el ingreso. Soledad decidió comentar la situación en el grupo de padres, quienes tomaron la iniciativa de elevar una nota a la dirección. “Ante esto empezamos a recibir mensajes en un tono agresivo de parte de la dirección, en el que se justificaban que la decisión de dejar a Emanuel afuera del jardín era correcta”, contó al aire de Cadena OH!.
Aún sin alternativas y con Emanuel sin poder concurrir al jardín, Soledad aseguró que el niño se encuentra “triste y, a pesar de no tener un lenguaje verbal, comprende lo que pasa. Inclusive dentro de la sala le pedían a la docente que por favor lo dejen entrar, una situación muy dura también para sus compañeros y compañeras”, agregó.
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