El club tiene un enorme gimnasio con unas aberturas amplias y modernas, todas compradas con el dinero que establece FIFA en el mecanismo solidario de la primera transferencia internacional de Emiliano Sala, el jugador formado en este sitio que hoy, increíble y lamentablemente, es despedido por sus seres queridos, allegados, admiradores y vecinos.
Hoy no es un día más en Progreso. El ambiente lo hace sentir. El sábado del último adiós al embajador de esta localidad tiene un contexto inesperado para estas 3500 personas que conviven a diario. El chico que se hizo su carrera futbolística solo ya no está. Murió cuando sobrevolaba el Canal de la Mancha en lo mejor de su carrera el 21 de enero pasado.
La avioneta Piper PA-46 Malibú que lo llevaba - por causas que se investigan- cayó en el mar. La búsqueda empezó, se suspendió y se retomó por el empujón inicial de sus familiares que luego acompañó el mundo enteró.
"Tengo el mejor de los recuerdos, soñaba con todo lo que logró, estaba en lo mejor de su carrera. Lo recuerdo sonriendo, un chico puro, humilde. Tenía amigos por todos lados. Es un día muy triste para nosotros" recordó Mirta, tía de Emiliano Sala.
"Creo que es una parte nuestra que ya no está, lo vamos a recordar siempre en el pueblo. Me gustaría encontrar un responsable pero parece que la fatalidad fue el destino trágico", agregó.
Los restos llegaron al pueblo alrededor de las 5.30 y son velados en el gimnasio del club. Los progresinos pasan y saludan a los familiares que se encuentran en el interior desde la madrugada de hoy.