Desde la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL) informaron que el organismo no tiene injerencia en el control y habilitación de las condiciones bromatológicas de los comedores en la ciudad de Santa Fe, por lo que quedaron exentos de responsabilidad ante la aparición de un tornillo en un plato de comida en un restaurante de barrio Candioti.
Desde la ASSAL comunicaron que su función es promover la seguridad de los productos y procesos alimenticios en cada uno de los eslabones de la cadena agroalimentaria, por lo que sus competencias exceden a la inspección del adecuado servicio gastronómico en bares y comedores.
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En rigor, es a la Dirección de Seguridad Alimentaria, correspondiente a la Secretaría de Producción y Desarrollo Económico, a quien corresponde la tarea de cerciorar las condiciones alimenticias en los locales de la capital provincial.
Hasta el momento, desde el municipio informaron que las constataciones de las irregularidades en Zafferano fueron derivadas al tribunal de faltas y que esta tarde se celebrará una audiencia entre las partes. En tanto, el comedor aún permanece cerrado.