Como todos los 24 de enero desde 1984, se conmemora hoy un nuevo aniversario del fallecimiento de Monseñor Vicente Faustino Zazpe. Nacido en Buenos Aires el 15 de febrero de 1920, Zazpe murió en Santa Fe víctima de una hemorragia cerebral. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires y luego en la Facultad de Medicina, hasta el tercer año de la carrera. En 1942 ingresó al Seminario de Villa Devoto, siendo ordenado sacerdote en 1948. Párroco en diversas jurisdicciones porteñas, en 1961 fue designado en nuestra provincia como primer obispo de Rafaela. Arzobispo coadjutor de Santa Fe en 1968, al fallecer el Cardenal Fasolino el 15 de agosto de 1969, automáticamente quedó a cargo de la Arquidiócesis.
Zazpe se destacó por realizar un importantísimo trabajo social a favor de los pobres, e inició un nuevo estilo en el magisterio episcopal que se tradujo especialmente en un profundo análisis teológico pastoral del país, a partir de sus mensajes pastorales dominicales, que por su brillantez eran retransmitidos o publicados por diversos medios (verbigracia, el ciclo “Habla el Arzobispo”).
Se desempeñó como un pastor que abordó todos los problemas que afligían a la Argentina por aquellos años. Fue sumamente crítico con respecto al papel de los militares y las dictaduras sobrevinientes a las sucesivas rupturas de los procesos democráticos. Pero también deploró el accionar violento de la guerrilla.
“Tengo por Monseñor Zazpe un respeto y una admiración enorme. Todo el mundo lo recuerda por sus convicciones y entrega a los más humildes, no solamente fue perseguido, sino que además quedan muchas dudas de cómo murió. En el 82 tuvo un accidente que tildaron de atentado y del que nunca se recuperó”, recordó el periodista Juan Carlos Bettanin al aire de Cadena OH!.
Monseñor Zazpe “fue uno de los primeros en promover a los diáconos no consagrados con los que llegó hasta un encuentro en Ecuador donde fue detenido junto a 16 obispos y más de 30 sacerdotes, acusado de marxista y de participar en una conspiración para derrocar las dictaduras de América Latina”, detalló.
Durante la dictadura, aseguró Bettanin, Monseñor Zazpe fue artífice para evitar más desaparecidos en la ciudad, de hecho, “hay un colega que trabajaba en LT9 y que todavía está en actividad, al que un día Monseñor llamó para pedir que lo saquen de circulación un tiempo porque la iban a matar. Desde la radio decidieron mandar al colega al Paraguay y lo salvaron. Como ese, hay varios que, gracias a Monseñor Zazpe, salvaron sus vidas”, dijo.
“Más allá de su compromiso con la vida, rescato al Zazpe que condujo la Iglesia Santafesina (…) el homenaje a Zazpe cada 24 enero es lo más justo que podemos hacer los santafesinos”, cerró Bettanin.
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