"Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", era la frase que por entonces se le atribuía al empresario postal Alfredo Yabrán.
En la mañana del 25 de enero, el cuerpo de José Luis Cabezas apareció adentro del Ford Fiesta quemado con alcohol metílico, en una cava de las afueras de Pinamar. El cadáver tenía sus manos esposadas y dos proyectiles de un arma calibre 32 alojados en la cavidad craneana.
El por entonces el policía de la bonaerense Gustavo Prellezo, quien estaba al servicio de Yabrán, y un grupo de delincuentes conocidos como "Los Horneros", fue quien encabezó la autoría material del crimen y fue condenado a reclusión perpetua en febrero de 2002, pero sólo pasó tras las rejas 13 años pese a que la sentencia fue ratificada en las máximas instancias judiciales de la provincia y del país.
A 25 años del crimen, Gladys Cabezas afirmó que la causa de su hermano avanzó tanto como retrocedió. Si bien "fue una condena ejemplar, después se bajaron las penas y quedan libres. Hay un asesinado que tiene condena hasta fines de 2022 y tiene una matrícula de abogado y juega a serlo", dijo al aire de Cadena OH!.
Gladys aseguró que la lucha para "recordar a Luis sigue todos los días”. Este martes se llevará a cabo en Pinamar un evento a modo de homenaje: “A las 10 de la mañana es el acto, a la tarde vamos a ir a la cava a plantar un árbol y a las 20 habrá una muestra de las obras de José Luis”.
Ante la consulta sobre qué cree que cambió en el pueblo argentino en estos 25 años, respondió: “La ciudadanía reclama sus derechos y eso me parece justo, pero tendríamos que ayudar a que cambie un poco la Justicia”.
Escuchar también la nota completa: