El mal genio de Antonio Gasalla (78) volvió a quedar expuesto el jueves por la noche, cuando explotó con dos periodistas a la salida del teatro de Mar del Plata donde protagoniza el espectáculo titulado con su apellido, en el que está secundado por Marcelo Polino. Los malos tratos y la feroz catarata de insultos se dieron apenas Brenda Caretto, cronista de Confrontados (lunes a viernes a las 15 por el nueve) le preguntó: “¿Por qué no fue al Espacio Clarín?”, haciendo referencia a la foto de inicio de la temporada que ya es un clásico.

Entonces, Gasalla desafió: “¿Periodista de dónde sos? ¿Qué me querés preguntar? ¿De qué trabajo?”. Con calma, la periodista se explayó: “Quiero saber por qué se ausentó hoy en la foto general del Espacio Clarín”. Sin medias tintas y con cara de asombro, Antonio replicó: “¿Por qué no te vas a la mier...? Esto (el micrófono) bajalo. ¿Adónde? ¿De qué me espanté hoy? ¿De qué hablás?”.

Ahí Maite Peñoñori, la periodista de Los Ángeles de la Mañana intervino para respaldar a su colega: “Antonio, no fuiste a la foto del Espacio Clarín”. Implacable, Gasalla insistió en su desconocimiento: “¿De qué hablan?”. Pero luego se justificó: “¿A la foto quién? Es que yo vengo a hacer teatro, no trabajo para que me saquen foto los diarios”.

Mientras el artista ingresaba a refugiarse en el auto que lo esperaba en la puerta, Peñoñori acotó: “Fuiste a la foto en el Torreón del Monje el otro día”. Enajenado, Gasalla contestó: “Esa es la fiesta de inicio de la temporada. No es publicidad de un canal. Lavate el cu... con el canal”.

Sin embargo, eso no fue todo, ya que Maite Peñoñori reveló que Antonio Gasalla ya la había denigrado instantes antes de este lamentable episodio, cuando le fue a plantear al capocómico pautar una entrevista a solas: “La peor situación ni siquiera está grabada. Me dijo que qué preguntas de miér… le iba a hacer, que no le interesaba que yo le haga una nota. Le quise explicar, pero me dijo que me calle y me empezó a decir ‘pendeja’, ‘pelot...’ y muchos insultos más en mi cara. Me dijo ‘¿Qué hablar con respeto? Lávense el ort…, yo vengo a hacer teatro y no tengo por qué hacer notas’. Yo no lo podía creer. (...) Estaba enojado porque hubo problemas con las luces durante el espectáculo, y había 200 espectadores en una sala de 1000 butacas".