Empieza el año, sumamos reuniones y brindis, estamos de vacaciones y hacemos cosas que no son habituales. De qué nos tenemos que cuidar:

1. Problemas estomacales

Limitar el consumo de alimentos y alcohol puede ayudar a evitar algunos problemas relacionados con el estómago, pero no es algo que suela suceder en estos días.

Los hospitales normalmente ven dos tipos de afectados durante las vacaciones: las personas que comen o toman en exceso y que buscan tratamiento de emergencia por molestias estomacales, y aquellos que se intoxican por un plato que no se preparó utilizando las precauciones adecuadas de seguridad alimentaria.

Sucede mucho con las mayonesas, las cremas y los helados. “Es muy común hacer los arrollados con mayonesa y dejarlo muchas horas afuera de la heladera, se rompe la cadena de frío y vienen las gastroenteritis”, detalla Nadia Elizabeth Rodríguez, médica del Hospital Central de San Isidro (M.N. 128745). .

2. Demasiada sal

Los pacientes cardíacos y de diálisis, en particular, son muy sensibles a este condimento. Al comer en exceso, sus cuerpos no pueden procesar la sal adicional y retienen líquidos.

“Es habitual. Por un lado, porque no se hidratan demasiado por el tema del calor, y más que nada los pacientes cardiópatas que toman antihipertensivos que les baja la presión. Por el otro, en las vacaciones comen de más y no se cuidan. Siempre les damos recomendaciones para eventos especiales, algunos los cumplen y otros no tanto”, indica Rodríguez, también médica de cabecera de PAMI.

3. Medicamentos olvidados

Es habitual que las personas se olviden de llevar los remedios cuando se van de vacaciones o no llevan la cantidad necesaria.

Rodríguez aclara: "Igualmente, están tomando más conciencia y lo que se hace son recetas duplicadas para que se lleven la medicación dependiendo la cantidad de días que van a estar afuera, o en otro lado que no tienen acceso a la farmacia o acceso por cobertura. Depende de cada uno, a algunos no les importa y otros que no quieren que les pase nada se las llevan”, describe la médica.

Es claro que para algunos pacientes no tomarla puede no generar mucho riesgo, pero para otros lo es. Por ejemplo, puede ser desastroso para una persona con diabetes o presión arterial alta, e incluso pueden terminar en el hospital con hiperglucemia o dificultad para respirar.

4. Cortes profundos

Los accidentes con cuchillos son más comunes durante las fiestas y las vacaciones, porque se usan cubiertos que no son los diarios o no son los nuestros . Es fácil perder el control de un cuchillo desconocido y cortarse un dedo o una mano. “Es por distracción más que nada. Pasa que están por hacer un asado y utilizan cuchillos que no están en su cocina, y otros tipos de utensilios que no saben usar y puede haber cortes”, explica la médica.

5. Caídas

En las guardias se atienden muchos pacientes adultos que se caen en las vacaciones. El mayor problema es que no llevan los calzados adecuados para el lugar donde van a estar.

"Uno está acostumbrado a la ciudad y conoce las veredas donde camina, pero otra cosa es irte a un lugar, por ejemplo, con ripio, ahí es probable que se puedan resbalar. Otro tema son las alpargatas, algunas son resbaladizas y generan caídas”, explica Rodríguez.

El paciente más común es la persona mayor que no está acostumbrada a estar de pie o caminar mucho. Con el tiempo, en reuniones festivas, se fatigan y es más probable que pierdan el equilibrio y se caigan.

6. Peleas

Las grandes reuniones pueden unir a personas que no siempre se llevan bien. Agregar alcohol y clima caluroso a la mezcla y pueden ocurrir conflictos que llegan a la agresión física.

7. Turnos perdidos o reprogramados

Suele ocurrir que las citas programadas se terminen cancelando por alguna escapada de fin de semana, esa reprogramación puede terminar por perjudicar al paciente, provocando una visita de emergencia a la guardia. Si un paciente de diálisis generalmente tiene una sesión el viernes o el sábado, los nuevos horarios veraniegos pueden interrumpir esa rutina.

8. Síndrome del "corazón de vacaciones"

Beber en exceso puede hacer que una persona sana desarrolle ritmos cardíacos anormales. Demasiado alcohol puede crear impulsos eléctricos que conducen a la fibrilación auricular (frecuencia cardíaca irregular) u otras arritmias. La afección suele ser temporal, pero puede enviar a alguien al hospital.

9. Depresión
Se vincula al verano, al calor y, sobre todo, a la sensación de vacaciones y días de fiesta. Crece el sentido de aislamiento, la sensación de falta de afecto, de abandono y el sentimiento de soledad.

Otros motivos

El uso excesivo de aire acondicionado y la exposición al sol también causan visitas a las guardias por resfríos, neumonías e infecciones en la garganta.