Continúa en marcha la causa contra el profesor de educación física Juan Trigatti, acusado de abuso sexual a menores del Jardín Ceferino Namuncurá. Su abogado, Marcos Barceló, informó a Cadena OH! que "En las últimas semanas se produjo la acusación, que es un acto procesal mediante el cual, la fiscalía, opta por acusar o sobreseer. En este caso hizo su acusación y nosotros lo que hicimos fue responderle".
Según el entrevistado, hicieron una acusación en base a una imputación "que es absolutamente falaz. Respondimos que la calificación legal es errónea. Pero lo resolverá el juez en la audiencia preliminar previa al juicio oral que será el 5 de mayo próximo".
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Desde la defensa reclaman muchos aspectos. En primer lugar, un rechazo de la acusación por déficits formales. También el sobreseimientos de todos los casos delas cinco imputaciones por no existir delito. "Arribamos a esta conclusión porque hicimos peritar las Cámara Gesell, que fueron muy positivas para el profesor, no aparece nada allí. Se va a plantear la invalidez de esos testimonios que son relatos inducidos por las madres; fundamentalmente de la primera de las madres que es la que sirve como disparador para los demás casas y se sucede un fenómeno psicológico que es la identificación por contagio. Luego de una primera denuncia y de los escraches en redes, sucede en todos los casos en estos tiempos", apuntó.
Según Barceló, la primera denuncia es paradigmática, porque hay cinco profesionales médicos del hospital público que descartan el abuso, pero la madre insistió. "Es una madre con problemas emocionales personales muy conflictivos". A partir de este caso, para el abogado, "se ingresa a un mundo de fantasía, un mundo de feminismo radicalizado, es un mundo mágico. Está enquistado en el Ministerio Público de la Acusación, principalmente en la unidad fiscal Gefas. Son fiscales feministas".
Para el defensor, todos los operadores de protocolos de abuso sexual, todos los organismos, están cooptados por el feminismo radicalizado. Profesionales, psicólogos, asistencia sociales, del Ministerio Público de la Acusación, de la Agencia de Investigación Criminal, de la subsecretaría de Niñez e "incluso el equipo de niñez del municipio, todos están cooptados por la ideología de género. Todos los informes contradicen a los profesionales de la salud pública".
"Todas las periciales psicológicas dieron en forma abrumadora que los relatos fueron inducidos por sus madres, no en forma dolosa. Porque imaginate este cuadro: llegas a tu casa y tu mujer te dice que tu hija fue abusada, o si lo ves por la tele. El miedo y el pánico en esos padres es totalmente entendible y les hacen preguntas cerradas a los menores, cómo '¿El profesor de gimnasia te hizo mal, te tocó la cola?'. Muchos niños de esa edad, que tienen un desarrollo cognitivo muy pobre, entre 4 y 6 años, dan una respuesta liberadora, para salir de la presión que le imprimen sus progenitores. Fueron padres los que dijeron que hubo abuso, no niños", explicó.
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Por otra parte, la defensa pidió la invalidez de la acusación por vicios formales, la recalificación del delito que escogió la fiscalía para acusar, que para nosotros es erróneo, y el cese de la prisión preventiva con medidas alternativas. "No solicitamos en este estadio la invalidez de las cinco cámaras Gesell porque no hay antecedentes en Santa Fe que se haga esto antes de un juicio oral. Lo haremos directamente en esa instancia", dijo por último.
