La policía apresó a dos hombres que venían causando disturbios arriba una unidad de la Línea 11. Se constató que uno iba armado y tenía dos pedidos de captura, uno en una causa por homicidio.

 

Alrededor de las 13hs la Central de Emergencias 911 detectó que el colectivo interno N°2045 de la Línea 11 accionó el botón de pánico, por lo que se dio aviso a un patrullero para que interceptara la unidad.

El móvil policial dio alcance al colectivo en la intersección de las calles Aristóbulo del Valle y Lavaisse, donde los uniformados entrevistaron al chofer del transporte. Este les indicó que en los asientos de la parte trasera había dos sujetos, en aparente estado de ebriedad, que insultaban y molestaban al resto de los pasajeros.

Ante esta situación, los policías hicieron descender a los revoltosos del coche, los que se mostraron hostiles ante el requerimiento y posterior cacheo, procedimiento en el que se encontró un arma blanca.

En ese momento los sujetos comenzaron a agredir verbal y físicamente a los policías (un hombre y una mujer), quienes lograron reducirlos, esposarlos y llevarlos detenidos.

En la comisaría también

Pero no todo terminó allí, ya que al llegar a la comisaría se les pidió a los sujetos sus datos personales, a lo que uno de ellos se negó, por lo que se recurrió al sistema de consulta del 911, donde se constató que quien no quería dar su nombre contaba con un pedido de captura en la mencionada causa, que data del 20 de septiembre de 2010, así como un comparendo vigente del 28 de febrero de 2008, requerido por el Juzgado de Primera Instancia de Helvecia.

Comunicado lo ocurrido a la fiscal Martí, esta dispuso que ambos queden aprehendidos por “atentado y resistencia a la autoridad”, en tanto que quien contaba con pedido de captura se le agregaron los causales de negarse a aportar los datos personales requeridos por la autoridad policial, así como por portación de arma blanca.

Fue así que ambos quedaron alojados en una celda, a pesar de lo cual no dejaron de causar problemas: primero comenzaron a mostrar sus genitales a los familiares (entre los que había menores de edad) que estaban visitando a otros presos, por lo que el personal a cargo les pidió que depusieran esa actitud, tras lo cual los dos compañeros empezaron a insultarse y agredirse físicamente entre ellos.

Esto motivó una nueva comunicación con la fiscal, quien agregó al “curriculum” de los inquietos sujetos la figura de “exhibición obscenas calificadas”.