El técnico de Unión se mostró molestó con el resultado y con la expulsión de Damián Martínez. "Íbamos ganando, 11 contra 11 y lo teníamos controlado. Los mismos chicos de Boca aceptaron que se beneficiaron por eso, tienen jugadores de jerarquía, se nos complicó, no tuvimos chances de nada”, comenzó diciendo el técnico Rojiblanco.

“Hay dos partido en uno, fue un vestuario caliente, se hablaron cosas pero quedan ahí adentro. Había esperanzas de ganar el partido, en la expulsión sentimos el golpe, le dimos la chance a Alfaro de hacer cambios que con once no iba a hacer” continuó.

Más tarde volvió a hablar de la expulsión y fue tajante: “Nosotros veníamos advirtiéndolo porque tiene muchas amarillas. Si estas en una instancia de entrar a Sudamericana te duele. Quizás puede tener un costo, a lo mejor no hace falta retar y vigilantear. A lo mejor el técnico saca, pone a otro y no da explicaciones. Pero le va a servir para crecer. Los detalles hacen la gran diferencia”.

Por otro lado analizó: “En un momento íbamos a hacer 3-4-2, pero no pudimos porque nos pusieron jugadores bien abiertos. Troyansky entró en un partido muy difícil, Acevedo pidió el cambio por un golpe lumbar”.

Sobre el cierre señaló: “Boca terminó ganando bien, lo demostró en el final. Tenemos la experiencia del final del año pasado que no fue bueno. Vamos a reflexionar bien sábado y domingo. El equipo dio el máximo, no se puede reprochar nada. Hubo errores pero el equipo deja todo”.