Durante este fin de semana, paramédicos y guardavidas debieron asistir a bañistas que resultaron heridos en pies y brazos.

La costa norte de la ciudad volvió a ser epicentro este fin de semana de ataques de palometas, algo que los asiduos visitantes del río atribuyen a la bajante que está evidenciando el Paraná.

Entre sábado y domingo al menos tres bañistas sufrieron ataques de estos peces y debieron ser atendidos en los puestos sanitarios que se despliegan a la altura de la Rambla Catalunya.

Los bañistas sufrieron mordeduras en piernas y pies, pero ninguno de las heridas fue de gravedad. No obstante, el incidente encendió el alerta de los rosarinos que se habían acercado masivamente a la vera de río a disfrutar de un fin de semana que fue climatológicamente excelente.

Los bañistas heridos hicieron revivir las imágenes de la Navidad de 2013, cuando un masivo ataque de estos peces dejó decenas de heridos en la tradicional zona costera de la ciudad.

Fin de semana

Este fin de semana, el primero de los heridos se registró el sábado en la zona de la Rambla Catalunya. El mismo día los paramédicos apostados en el lugar también tuvieron que auxiliar a un bañista que fue "flechado" por una raya.

Según trascendió, en este último caso el joven no se percató de la presencia del pez en el agua y la pisó, por lo que instintivamente el ejemplar lo atacó. En rigor, el ataque de las rayas suele producirse de ese modo.

La palometa, en tanto, atacó a otro bañista y le produjo cortes en las piernas que determinaron que fuera asistido por los paramédicos desplegados en el lugar.

Ayer en tanto, estos peces volvieron a atacar. Según narró un testigo de la escena, los heridos eran nadadores que estaban utilizando el sector del corredor seguro, situado frente al que era el bar Mordisco.

"De tres que estaban nadando, dos salieron con heridas por las palometas", aseguró el testigo, Sin embargo, las fuentes del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) consultadas ayer por La Capital, remarcaron que durante el domingo "sólo se atendió a una persona herida por palometas".

De todos modos, los ataques pusieron en alerta a guardavidas y paramédicos, ya que se trató de una seguidilla que indica que este tipo de peces está en actividad en la zona.

Bajante

A la hora de buscar las causas de la presencia de las palometas, las fuentes consultadas señalaron a la bajante que está experimentando el río.

En efecto, en diciembre, durante el inicio de la temporada estival, los conocedores del río habían alejado los temores de eventuales ataques de palometas porque por esos días el Paraná estaba muy crecido.

Ahora, con la pronunciada bajante del río, los ataques regresaron este fin de semana. Cabe destacar que en la zona del balneario La Florida hay colocada una malla protectora de unos 350 metros de largo que aleja el riesgo de ataques de estos peces. En la Rambla, en tanto, esa malla no está y es allí donde se están registrando los ataques.

No es la primera vez que estos incidentes se producen en la costa rosarina. Tal vez el más recordado sea el masivo ataque que se produjo en la Navidad de 2013.

Ese día las altas temperaturas habían empujado a miles de rosarinos a la costanera norte cuando se produjo el ataque. Ese día, una nena de 7 años sufrió la amputación de una falange de un dedo y más de 60 personas resultaron heridas.

Especies

Según el Instituto Nacional de Limnología (Inali), son muchas las especies de palometas que existen, pero las comunes en esta zona son las pilopleura, conocida como piraña, palometa brava o palometa brillante; y la nattereri, llamada palometa mora o palometa pacusa.

Por lo general, atacan los dedos y plantas de los pies de los bañistas y sus mordeduras son profundas. En este sentido se detalló que este animal percibe la sangre y, por ello cuando una de ellas muerde a alguien es muy probable que las otras se acerquen para atacar también.

Los ataques se repitieron en 2017 y 2018, aunque en menor escala que en 2013. Es más, a raíz de esos incidentes la Municipalidad puso en marcha hace dos años un sistema de alerta temprana para prevenir los ataques (ver aparte).