El fallecimiento del exgobernador socialista Miguel Lifschitz –ocurrido en 2021– dejó al Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS) sin una figura con peso propio y sin líder al conglomerado partidario que fue gobierno durante 12 años hasta 2019. En esas circunstancias, el radicalismo agrupado en el Nuevo Espacio Organizado (NEO) abandonó al socialismo, acompañó al PRO en las elecciones legislativas del año pasado y logró un caudal de votos suficiente para sentarse a discutir el armado electoral para 2023. Ese sector del radicalismo conserva territorio y no regala ese capital.
Mientras comienzan a barajarse algunos nombres con posibilidades e intenciones para ocupar el sillón de mando de la Casa Gris, en la oposición todavía permanece latente la posibilidad de construir un "frente de frentes" que reúna a todo el arco contrario al Justicialismo.
En este contexto, el socialismo aún encuentra reparos a la posibilidad de amalgamar fuerzas que por mucho tiempo estuvieron enfrentadas. Los mismos que admite Rubén Giustiniani de Igualdad y Participación, quien aseguró que las candidaturas hacia el 2023 se han lanzado “con demasiada anticipación”, en detrimento del abordaje de temas “que preocupan a la gente como la inflación, la economía y la inseguridad”.
“Nosotros no estamos hablando ni de candidaturas ni de alianzas electorales. Con todos los problemas que existen a nivel social, nuestro trabajo está abocado el 100 por ciento a la legislatura”, argumentó el diputado al aire de Cadena OH!.
En este marco, aseveró que su espacio no se encuentra bajo “ningún tipo” de conversaciones, aunque afirmó no “escaparle” al debate: “Notros vamos a estar donde estuvimos siempre. Nuestra intención es construir con fuerzas afines una propuesta progresista para la provincia de Santa Fe”, agregó.
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