Cada cuatro días una mujer denuncia haber sido víctima de violencia obstétrica. El número surge de las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Justicia de la Nación, que centraliza la recepción de esos datos.

Se denomina “violencia obstétrica” a la que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en forma de “trato deshumanizado, abuso de medicación y patologización de los procesos naturales”.

Si bien se trata de un fenómeno de larga data, el creciente número de reclamos permite advertir que “las mujeres están tomando conciencia de sus derechos” consagrados en la Ley de Parto Humanizado, la Ley de Derechos de los Pacientes y la de Protección Integral para prevenir y sancionar la violencia contra mujeres.

La violencia obstétrica puede afectar a la mujer y a su hijo durante el embarazo, el parto e incluso el post parto. Se manifiesta mediante prácticas, conductas, acciones u omisiones, sobre la mujer y el recién nacido, realizada por los profesionales de la salud que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afectan el cuerpo de la mujer.

Las tres categorías de prácticas o situaciones que concentraron la mayor cantidad de denuncias por violencia obstétrica ante la Consavig fueron:

  • el “trato deshumanizado” (82%),
  • “medicalización y patologización” (42%)
  • y la “falta de información” (44%).

"Lamentablemente este tipo de violencia contra la mujer es frecuente en profesionales que no son idóneos y ejercen maltrato, no solo sobre el cuerpo sino sobre la mente de la mujer", explicó María Lorena Echeverría (MN 40.393), psicóloga perinatal y docente en la cátedra de esta especialidad en la Universidad de Buenos Aires (UBA). "He visto a mujeres solas en el trabajo de parto, donde más necesita una figura de apego”, remarcó.

¿Cuáles son tus derechos?

La ley de Parto Humanizado reconoce tu derecho a:

  • Ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar, para que puedas optar libremente cuando existan alternativas.
  • Ser tratada con respeto, garantizando tu intimidad y teniendo en consideración tus pautas culturales y necesidades.
  • Ser considerada como persona sana, de modo que se facilite tu participación como protagonista de tu propio parto.
  • Un parto natural, donde se eviten las prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados por tu estado de salud; o el de tu bebé.
  • Informarte sobre la evolución de su parto, el estado de salud de tu bebé y a ser partícipe de las diferentes actuaciones de los profesionales.
  • Elegir una persona de tu confianza para que te acompañe durante el trabajo de parto, parto y postparto.
  • Tener a tu lado a tu hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario; siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
El caso de Carolina

"Apurate a tener ocho de dilatación porque para algo vine a las 4 am. Este bebé no va a salir fácil", le dijo a Carolina la partera que la recibió en la guardia; y que, luego de revisarla, rompió su bolsa sin avisarle. Al caso de Carolina lo denunciaron a través de la línea telefónica gratuita; en la Dirección Nacional de Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos. Y es sólo uno de muchos relatos recogidos.

¿Dónde se puede denunciar?

Se puede hacer un reclamo administrativo ante la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Genero (CONSAVIG); al correo electrónico [email protected]. El trámite es gratuito. Además, podés contactarte con el Inadi o la Defensoría del Pueblo.

Creo que fui víctima de violencia obstétrica: ¿A dónde llamo? Para asesoramiento, llamá al 0800 - 122 - 5878