La endometriosis es un trastorno a menudo doloroso en el cual el tejido similar al tejido que normalmente recubre el interior del útero (el endometrio) crece fuera del útero. La endometriosis afecta más comúnmente a los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis.
Aunque se trate de una enfermedad que muchas mujeresy médicos pasan por alto, la alarma no para de encenderse y continúa preocupando a miles de pacientes.
La causa de los fuertes dolores
La endometriosis viene acompañada de un ovillo de síntomas interconectados y en su mayoría extremadamente dolorosos:
- dolor durante las relaciones sexuales,
- dolor al orinar y mover el intestino,
- retorcijones menstruales con dolor lacerante en el abdomen y la baja espalda,
- y alteraciones gastrointestinales,
- como diarrea o constipación,
- que las pacientes suelen confundir con señales de algún otro problema de salud,
- detalla La Nación con colaboración de The New York Times.
La enfermedad también puede causar dolor entre un período y otro, por ejemplo, cuando bloquea las trompas de Falopio deja sangre atrapada en los ovarios y forma cavidades llamadas endometriomas, conocidos como “quistes de chocolate” por la coloración de los fluidos que contienen. A veces esos quistes estallan y causan un dolor agudo y lacerante. La persona con endometriosis también puede desarrollar “adherencias fibrosas”, que son bandas de tejido cicatricial que crecen entre los órganos y los aprietan entre sí.
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Hay investigaciones en curso sobre las causas de la endometriosis y la predisposición de algunas mujeres a sufrirla. Los estudios ya demostraron una relación entre la endometriosis y el abuso físico y sexual en la niñez o la adolescencia. Pero los científicos también están estudiando si la enfermedad es hereditaria: aunque los datos no son concluyentes, algunos médicos consideran que los antecedentes familiares de endometriosis son un factor de riesgo.
Mientras que algunas mujeres manifiestan síntomas desde sus primeros períodos, otras desarrollan endometriosis más adelante. La enfermedad tiene cuatro etapas, que la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva clasifica como mínima, leve, moderada y severa, de acuerdo con la ubicación, cantidad, profundidad y el tamaño de los crecimientos endometriales en la pelvis. Que el dolor sea más agudo o prolongado no necesariamente responde a una etapa de endometriosis más avanzada, dice Monica Woll Rosen, obstetra y ginecóloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
“Algunas mujeres en la etapa 4 no sienten dolor en toda su vida, y otras que apenas están en la etapa 1 están dobladas de dolor y no pueden levantarse de la cama”, describe.
Falta de concientización
A pesar del dolor de las pacientes, antes de pensar en la endometriosis los médicos suelen apuntar a otros culpables, por lo que en general pasa mucho tiempo desde que las mujeres empiezan a sufrir los síntomas y el momento en que realmente reciben tratamiento, explica Kathy Huang, directora del Centro de Endometriosis de la clínica NYU Langone.
Según Huang, en parte eso se debe a la falta de concientización dentro de la comunidad médica sobre cómo se manifiesta la enfermedad y en parte a que los médicos simplemente no suelen pensar en la endometriosis cuando atienden a una paciente con dolores gastrointestinales. De hecho, hasta las mujeres muchas veces minimizan o deciden pasar por alto su propio dolor, atribuyéndolo simplemente a “un mal período”, indica La Nación.
“Hasta los 28 años, todos los obstetras y ginecólogos que consulté me dijeron lo mismo: ‘Es normal, algunas mujeres simplemente la pasan peor durante la menstruación’”, recuerda Lindsey Sorensen, que comenzó a menstruar a los 14 y sangraba copiosamente al punto de manchar la ropa. Más tarde supo que su endometriosis era tan severa que las bandas de tejido le habían unido todos los órganos de la parte inferior del abdomen.
El tratamiento
Si bien la endometriosis no tiene cura, se puede tratar de variar maneras. “Toda mujer que sienta dolor debe recibir al menos un diagnóstico tentativo”, dice Tommaso Falcone, profesor de obstetricia, ginecología y biología reproductiva de la Facultad de Medicina Lerner de la Clínica Cleveland.
La única manera de diagnosticar con certeza la endometriosis es a través de la laparoscopía, un tipo de cirugía que implica una mínima incisión en el abdomen. Durante el procedimiento, los médicos también pueden extraer o cauterizar las adherencias endometriales.
Fuente: Ambito