Son muchas las mujeres que en uno u otro momento de la vida se plantean a sí mismas: “quiero ser mamá”. Muchas de ellas afortunadamente lo logran sin problemas y de manera natural, pero muchas otras enfrentan desafíos que ponen a prueba su fe, su ánimo, su emocionalidad y su pareja, en caso que la tengan.
Es que la frase “quiero ser mamá” es la declaración de un sueño, que afortunadamente hoy no tiene barreras. Decimos todo ello porque en este artículo ahondaremos en diferentes técnicas de reproducción asistida, como, por ejemplo, la inseminación artificial, que te acercarán a concretar ese anhelo de poder ser madre.
¿Por qué hoy ya la mayoría de mujeres pueden ser madres? En principio porque afortunadamente en la actualidad en gran porcentaje de los países el proyecto de maternidad no tiene que ver con un único modelo de familia, como ocurría hace algunos años.
Los parámetros han cambiado, pero, además, crecieron muchísimo las posibilidades médicas. Este es, sin dudas, el segundo factor: la medicina reproductiva ha permitido, además, que la edad ya no sea un problema.
¿Qué es una técnica de reproducción asistida?
Una técnica de reproducción asistida es un método por el cual, gracias a la intervención médica, es posible lograr un embarazo.
El tipo de abordaje elegido dependerá de muchas cuestiones, entre las que se destaca la situación por la cual no es posible lograr la gestación de forma natural.
Hay técnicas de reproducción asistida de baja y de alta complejidad, así como también hay alternativas complementarias que le suman posibilidades a las técnicas de reproducción.
Por ejemplo, los bancos de esperma y de óvulos que pueden utilizarse cuando -además de no poder lograr la concepción de manera natural- ya sea el hombre o la mujer presentan espermatozoides u óvulos no aptos para la fecundación.
¿Qué es la inseminación artificial?
La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida de baja complejidad cuyo objetivo es aumentar la posibilidad de embarazo introduciendo los espermatozoides manualmente en la cavidad uterina, minutos antes de la ovulación.
Vale aclarar que los espermatozoides han sido seleccionados previamente, y que este procedimiento es indoloro, de bajo riesgo y ambulatorio.
Además, no necesita anestesia y está indicado para los casos en los cuales los espermatozoides tienen dificultades para llegar desde la vagina a las trompas de Falopio.
Se puede realizar en ciclos ovulatorios naturales, aunque suele ser más efectivo realizar la estimulación de la ovulación y el monitoreo mediante ecografías.
¿Y cuál es una técnica de alta complejidad?
La Fertilización In Vitro (FIV) lo es ya que la fecundación en este caso no se produce dentro de la mujer sino en un laboratorio. Para eso, previamente, se realiza la estimulación ovárica mediante inyecciones, buscando que la mujer genere más óvulos.
Una vez logrado eso, se extraen los óvulos con una punción, para seleccionar el mejor y que sea fecundado en laboratorio por el mejor esperma, también previamente seleccionado.
Sólo cuando se produce la fecundación de ambas partes y por ende el embrión (único), este será transferido al interior de la cavidad uterina para que se implante y siga su curso.
Si constantemente te dices “quiero ser mamá”, y aún no lo has logrado: ¡no te detengas! Las posibilidades son muchas y están al alcance de tu mano. Sólo debés nutrirte de la mejor información que te acerque a los médicos más idóneos. Ellos serán los encargados de tomar las decisiones que mejor y más rápido te acerquen a tu sueño.
Fuente: https://wefiv.com/family-plan/quiero-ser-mama/
Fotos: iStock