En el clásico sudamericano por la segunda semifinal, Brasil empezó mejor y se mantuvo arriba en el marcador durante todo el primer set. Los argentinos, a pesar del apoyo recibido desde las tribunas, no lograron igualar en puntos y solamente pudieron acortar por momentos la diferencia, que terminó siendo de cuatro puntos (21 a 17).
Adrielson y Renato, con el impulso de haber ganado el primer set, fueron decididos en el inicio del segundo set a ganar el partido. Sin embargo, tras estar 6 a 2 abajo, los locales reaccionaron y lograron acortar distancias.
Tras un afloje de Azaad, el marcador quedó empatado en 10. Con la hinchada local eufórica, los argentinos se pusieron por primera vez arriba en el marcador. Punto a punto, la paridad de las duplas quedó demostrada y la diferencia lograda por Argentina, que llegó a ser de tres puntos, se disolvió rápidamente y se llegó al primer set ball con sólo uno de ventaja.
Sosteniéndose en ataques de Azaad, el seleccionado albiceleste dañó a Brasil aunque nunca pudieron despegarse en el tablero. El set se resolvió tras una buena defensa, logró ganar 23 a 21 e igualar el partido.
El último set fue marcado por las emociones. Ni argentinos ni brasileros querían quedar fuera de la disputa por la dorada. En el tercer período, el rosarino Capogrosso transformó el apoyo recibido en su ciudad natal en puntos a favor de su equipo. Bloqueos y remates de Nicólas, acoplándose a su compañero, llevaron a la pareja, que desató la euforia de la tribuna. El marcador final fue de 15 a 7 para los argentinos, que disputarán la final por la dorada ante Vieyto y Cairus, de Uruguay.