"Fue una sensación difícil y que me dejó dudas cuando entré a la Bombonera. Me sentí extraño, porque realmente ahí me cayó la ficha de que ya no estaba más en Boca", confió Tevez luego del empate sin goles de su equipo ante los dirigidos por su excompañero, Hugo Ibarra.

"Por supuesto que le tengo que agradecer siempre al hincha de Boca, pero es raro verme en el banco visitante", remarcó, evocando también el momento en que fue reconocido no solamente por los hinchas 'xeneizes', sino también por el propio club a través de la entrega de algunos efectos para el recuerdo.

Tevez reconoció que lo de anoche "fue algo diferente a todo. Cuando entré a la cancha busqué el palco al que iba mi papá, que ya no está. Nunca enfrenté a Boca con otra camiseta en mi vida y por eso es difícil expresar lo que uno siente por dentro".

"Y en cuanto al partido, los chicos jugaron un buen primer tiempo, pero en el segundo sintieron un poco el desgaste físico. Pero yo sabía que si tapábamos la salida de Boca por el costado izquierdo con la salida de Frank Fabra y Sebastián Villa no íbamos a tener problemas, y así sucedió", describió.

"La verdad es que me gusta ser entrenador y poder potenciar a los chicos es algo muy bueno. La idea a futuro es apostar a las copas internacionales y no me meto en la política del club. Y estar en Rosario Central me hace crecer muchísimo como técnico, porque estoy en uno de los cuatro o cinco lugares más calientes del fútbol argentino, así que quiero quedarme aquí por mucho tiempo y poder hacer mi propia historia", completó Tevez.