En medio de la conmoción por el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ministro de Economía, Sergio Massa, viajará en las próximas horas a Estados Unidos, donde intentará brindar explicaciones y calmar a quienes siguen de cerca lo sucedido en Washington.
Massa ha emprendido un camino de ajuste del gasto público y estabilización y por ahora las variables financieras le vienen respondiendo positivamente. Las acciones argentinas han subido de manera considerable durante las últimas semanas y el tipo de cambio no sólo se tranquilizó sino que bajó respecto a los niveles de hace un mes y medio. El dólar blue había tocado los $340 en el peor momento de la corrida, pero el viernes bajó un escalón y cerró la semana en $285.
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El ministro sigue manteniendo altas las expectativas de los inversores y los acontecimientos políticos han pasado por ahora a un segundo plano. Massa busca consolidar ese "desacople" entre el funcionamiento de la economía y una política convulsionada.
Massa retoma su agenda económica esta semana con un viaje clave a Washington, que sobre el cierre también incluirá un paso por Houston para entrevistarse con ejecutivos de compañías petroleras.
Aún se mantiene el suspenso sobre una mejora temporal del tipo de cambio para el sector sojero, con el objetivo de fortalecer las reservas. En septiembre podría haber novedades con el “puente” que busca Massa para fortalecer las reservas de corto plazo para consolidar la estabilidad cambiaria, mientras se avanza en las próximas negociaciones con el FMI.
El ministro parte mañana a Washington, pero comenzará con las reuniones el martes, luego del feriado por el Día del Trabajo en Estados Unidos. Desde el ministerio de Economía se preocuparon en aclarar que la comitiva será muy reducida. “Viaja solo con su vocero y con su asesor internacional, Gustavo Martínez Pandiani. Se incorporarán funcionarios puntuales para reuniones en las que sea necesaria su participación, según del tema técnico que se trate”, explicaron.
Metas
El punto saliente de este primer viaje de Massa al exterior será encauzar el acuerdo con el FMI y asegurarse el próximo desembolso de USD 4.000 millones. Aún con ciertos desvíos, la meta de gasto y de déficit fiscal del primer semestre está dentro de lo previsto.
El aspecto más complejo de las negociaciones con el FMI pasa por la acumulación de reservas comprometida, ya que el BCRA debería conseguir USD 7.000 millones hasta fin de año, algo que hoy parece virtualmente imposible. Además, hay expectativa por un posible desdoblamiento cambiario.