Liz Truss informó este jueves su renuncia como primera ministra británica, derribada por su programa económico que conmocionó a los mercados y dividió a su Partido Conservador apenas seis semanas después de su nombramiento.
Truss pendía de un hilo luego de que más diputados de su Partido Conservador pidieran su renuncia y de la dimisión de la ministra del Interior con críticas a su Gobierno.
Un frustrado plan económico presentado por el Gobierno el mes pasado causó inquietud en los mercados y una crisis política que incluyó el reemplazo del ministro de Finanzas, varios giros de 180 grados y un quiebre de la disciplina en el partido gobernante.
"En un momento de incertidumbre, necesitamos un liderazgo sólido, y lamento mucho decir que esto ha faltado claramente en las últimas semanas", afirmó el diputado Henry Smith a la emisora Times Radio.