“Se ha llegado a este punto de conflicto, porque la Comisión Directiva del sindicato de estibadores (Supa), intempestivamente presionada por bases auto-convocadas, optó por cortar todos los caminos de diálogo que siempre existieron entre Sindicato y Empresa”. Así comienza un comunicado de prensa que Terminal Puerto Rosario (TPR), concesionaria de los muelles I y II del puerto de Rosario, difundió ayer para dejar en claro sus razones sobre la continuidad del conflicto laboral que mantiene el puerto parado desde hace más de dos semanas.
TPR había aceptado reabrir paritarias (el pedido del gremio que desató el conflicto ante el rechazo de la firma) y cerrar un aumento anual del 95% (contra el 100% reclamado). Incluso, también aceptó el pago de un bono de fin de año, otro reclamo de los trabajadores. Pero se puso firme en no pagar los días no trabajados en noviembre a los empleados en huelga y mantener 5 despidos. Originalmente, eran muchos más los cesanteados que, en pleno conflicto, dispuso TPR, pero luego fue reduciendo el número. El miércoles próximo habrá un nuevo encuentro en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En este marco, el gerente general de Terminal Puerto Rosario (TPR), Leonardo Feltrinelli, ratificó que la empresa “no reincorporará” a quince trabajadores que fueron despedidos por hechos de violencia y daños contra la compañía, pero a la vez manifestó la voluntad de la patronal de atender los reclamos salariales del resto del personal para que no pierdan poder adquisitivo ante la inflación.
Además, negó las acusaciones realizadas por el Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (Supa) en el sentido de que la empresa no cumplió con las inversiones estipuladas en el contrato de concesión del puerto. “Cumplimos con todas las inversiones y no hay fundamento legal para un conflicto como el que está afectando al puerto, que sigue parado”, enfatizó.