Los viajes son siempre uno de los momentos más esperados del año, ya sea para un receso largo o alguna escapada. Salir de la rutina siempre es un hábito saludable, tanto para la mente y el cuerpo, porque viajar es bueno para la salud.
Un viaje siempre fomenta el cambio de hábito en la rutina diaria, desconectar del trabajo y las actividades permitirá aliviar el estrés y de esa manera olvidarse de algunas preocupaciones. Es habitual que durante la estadía los dolores de cabeza y cuerpo se puedan aminorarse, los pensamientos apuntan hacia el lugar de conocer un nuevo destino.
Está comprobado científicamente que tanto desde lo físico y emocional las personas mejoran luego de un viaje y más aún si se transforma en una costumbre. Exponerse frente a un entorno por descubrir, siempre mejora la actividad cognitiva de las personas.
Viajar mejora el cuerpo
Muchos estudios se han centrado en qué le sucede al cuerpo humano cuando se tiene el hábito y se ha llegado a la conclusión de que viajar es bueno para la salud.¿Pero cómo afecta en el físico un viaje?
Existen dos órganos principales que se ven beneficiados por esto: el corazón y el cerebro. En el primer caso se estableció que viajar es saludable, produce la reducción del estrés y además disminuye el riesgo de un infarto, beneficioso sobre todo para las personas de edad avanzada.
También otros estudios remarcan que el efecto de sociabilización mejora la salud cardiaca, porque al estar en un nuevo destino, los viajeros suelen moverse más, caminar largas distancias y disfrutar del movimiento para conocer diferentes lugares.
El cerebro es otro de los beneficiados a la hora de viajar. Exponer el cuerpo a un nuevo lugar, cambiar de hábito con costumbres distintas y hasta un idioma diferente hace que este órgano se esfuerce. El proceso de entender otra lengua y hacerse entender por los lugareños, lleva a forzar conexiones neuronales que en el día a día no suceden.
De esta manera las personas generan en sí mismas ser más creativas, esforzarse en adaptarse a un entorno diferente al convencional, lo cual además de trabajo genera placer y buenas sensaciones.
Con salud se viaja mejor
Uno de los mejores hábitos al emprender un viaje es hacer todo lo posible por mantener intacta la salud. Para evitar problemas en recorrer diversos destinos es importante contar con una cobertura médica internacional.
Si bien una enfermedad o un accidente no es lo más grato durante un viaje, siempre hay que mantenerse seguros y estar prevenidos. Los seguros de viaje tienen como función aminorar el impacto de estas situaciones, solucionando de manera rápida y eficaz.
Para ello es importante agregar a la lista de viaje cotizar tu asistencia al viajero, que te permitirá conocer sobre cobertura, disponibilidad y respuesta por parte del prestador. Las asistencias se encargan de controlar enfermedades preexistentes, accidentes o inconvenientes legales en el exterior.
Viajar con una asistencia al viajero en mano siempre es importante, es una inversión para disfrutar de las vacaciones, ahorrar en atención médica fuera del país y no pensar en problemas.
Viajar es uno de los mejores hábitos
Si bien el físico es beneficiado con las consecuencias de un viaje, la parte cognitiva y el estado de ánimo de las personas cambia al viajar. Reducir el estrés es un gran beneficio, pero también es un golpe de felicidad.
Relacionarse con una nueva ciudad o pueblo, y conocerlo es lo que genera una desconexión casi total de la vida habitual. Las personas dejan de lado sus obligaciones y se dedican a disfrutar del encanto del destino, lo cual relaja de preocupaciones.
A su vez se capturan vivencias que servirán para seguir relacionándose con pares, familias y amigos, contando lo que trajo de ese viaje. También estas experiencias permiten saber más, empaparse de una cultura diferente y hasta casi sin quererlo conocer la idiosincrasia de otro grupo de personas
Viajar es bueno para la salud, eso es una realidad. Por eso no lo dudes más y ¡comienza ya a planificar el próximo destino!