En contacto con la prensa tras la inauguración de la escuela Nuestra Señora de la Esperanza, en Freyre al 2300, en la zona norte de Rosario, Omar Perotti, se refirió a la amenaza que recibió otra escuela, la Ortolani de Empalme Graneros y por la que tuvo que suspender las clases.
“Las escuelas no son las destinatarias de la violencia, son las que reciben mensajes para que lleguen a otros. La escuela es el lugar a cuidar y proteger. Es fundamental que podamos estar cerca de ellos y mejorar las condiciones y el entorno donde se desarrollan esas actividades”, explicó Perotti.
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“Que ningún funcionario vuelva a decir que no hay señal y que esas cosas no pasan; los hechos son más que elocuentes desde las tareas de los fiscales en hechos comprobados”, observó el gobernador.
Para Perotti hay que plantear el “funcionamiento del sistema penitenciario de otra manera”. “No es lo mismo el comportamiento ni la misma expectativa (de resocialización) de un delincuente común que alguien que viene del narcotráfico. La Argentina debería tener un piso diferente de tratamiento”, dijo.
“Antes la sociedad tenía la tranquilidad que el condenado iba a la cárcel y empezaba su proceso de recuperación. Esto no está pasando, tenemos que mejorar nuestro funcionamiento en el servicio penitenciario, en el provincial también”, observó.