La pasajera de 71 años oriunda de Formosa, vivía en Mar del Plata y tenía que descender en Santo Tomé para encontrarse con su hermana. Desde allí iban a emprender viaje juntas hacia Formosa al encuentro del resto de los hermanos.
Uno de los choferes contó que habló con la mujer que ocupaba la butaca número 27, a las 2 de la madrugada.
El trabajador descendió para hacer un control de rutina de los neumáticos y le preguntó a la pasajera si “estaba todo bien” y ella respondió afirmativamente.
Al detener el coche en la parada de Santo Tomé, intentaron despertarla para avisarle que tenía que descender y detectaron que se encontraba sin signos vitales.
El coche detuvo su marcha al aguardo de la llegada de los familiares de la mujer fallecida. Además aguardaban el arribo del personal policial y morguera para certificar lo ocurrido y luego proceder al retiro del cuerpo.