Provincial fue el epicentro del básquet por algunos días. Es que entre jueves, viernes y sábado, Sergio Hernández realizó su tradicional Campus de entrenamiento, tecnificación y entretenimiento para chicos y chicas entre 7 y 19 años de todo el país. Es el tercero consecutivo que realiza el entrenador del seleccionado argentino, que es subcampeón del mundo y que buscará en los Juegos Olímpicos de Tokio marcar un nuevo hito en la historia de la naranja nacional.

En medio de todas las actividades realizadas en las instalaciones del Rojo, el Oveja se tomó unos minutos para charlar de todo. No solamente del juego en sí, sino también de lo que pasa fuera del parqué.

“Estoy muy feliz de poder realizar este tercer campus, el más multitudinario de todos con 150 participantes. Rosario en particular y Provincial más específicamente siempre nos han atendido de primera, la pasamos bien y el campus ya está como preestablecido en la agenda del básquet local y de la ciudad y eso nos pone muy orgullosos a todos lo que lo realizamos”, expresó el técnico que arrancó su carrera como profesional en Sport Club Cañadense en 1992 y que se consagró campeón con Estudiantes de Olavarría y Boca en la Liga Nacional.

Hernández y su staff trabajaron con 150 chicas y chicos durante casi tres días en Provincial
Sobre cuán importante es estimular desde temprana edad a niños y niñas a hacer deporte y generar valores, el entrenador del seleccionado argentino afirmó: “Tengo claro que el deporte es una herramienta de educación e inclusión única, para ser bien gráfico. Que no puede faltar en la formación, en un proceso de desarrollo de una personita, no debería faltar el deporte por el impacto que tiene en la formación, en educar en valores. Así que todo lo que yo pueda hacer para acercarme a ellos, bienvenido sea” y cerró el concepto siendo muy claro al decir que “tampoco me gusta ser hipócrita, esto es una actividad privada y también tiene su costado económico porque si no parece que yo lo hago por altruismo. Pero yo lo disfruto muchísimo y ojalá algún día esto se pueda hacer esto sin ver el lado económico y solamente por los jóvenes, pero después había 150 chicos y chicas tres horas a la mañana y tres a la tarde, los profes se quedan a comer, a dormir y son dos días y medio muy intensos, aunque con un gran disfrute”.

Ante la consulta de cómo ve el deporte en Argentina y si le preocupa, el Oveja piensa y dice: “Es una isla dentro la sociedad porque si vos te pones a pensar en un país con una política deportiva escasa o nula, que no tiene una gran cantidad de habitantes, que el deporte se hace solamente en clubs y aun así existen el fútbol, que por más que se quejen, es potencia igual que el básquet, Los Pumas, Las Leonas, Los Leones, el hockey sobre patines que es campeón del mundo en ambas ramas. En fútbol sala se hicieron dos mundiales y ambos los ganó Argentina, somos campeones de la Copa Davis y nos enojamos si llegamos a la final y no perdemos, como si fuera usual que estemos ahí”.

Y también se toma un segundo para destacar a los embajadores que tiene Argentina: “Messi, Ginóbili, Lucha Aymar y miles más que podríamos nombrar. Indudablemente el deporte siempre ha sido un fuerte de nuestro país”. Aunque también dejó en claro una preocupación referida a este tema: “Es muy elitista, es para pocos y si el deporte estuviera dentro del sistema educativo sería lo ideal, ahí sí porque creo en él como un derecho, hay que llevarlo a ese lugar, que cualquier ciudadano pueda practicarlo y estando en los clubes no es un derecho, porque aunque sea la institución más humilde de todas, tenés que pagar una cuota y hay gente que no puede comer, no es que no paga la cuota. Por lo tanto, habría que buscar la manera para que el Estado le lleve el deporte a la gente y no que ellos sean los que tengan que venir”.

Daniel Farabello fue uno de los que estuvo trabajando con Hernández en el Campus
Por último, Sergio Hernández se tomó un segundo para agradecer por el reconocimiento recibido por parte de las autoridades de la ciudad y una distinción de los concejales de Ciudad Futura, que lo promovieron como “Visitante Distinguido”.

“Trato de ser el mejor representante posible de muchos colegas que no tienen la posibilidad de estar donde estoy yo, que son tan buenos o mejores que yo. El básquet tiene un grupo de entrenadores, tanto en formativas como profesionales, espectacular. Una manera de ser agradecido es disfrutar las cosas, estando, participando y dejando la piel en cada cosa, ya sea un campus, una rueda de prensa o una final del mundo”, cerró la charla Sergio Hernández, un entrenador que pasó por Rosario y no solamente hizo felices a los 150 participantes del Campus, sino incluso aquellos que pudieron cruzar algunas palabras con él y nutrirse de su sabiduría, no solamente del juego, también de cómo mejorar a nivel persona.

“Somos muy autoexigentes como grupo”
Tras el subcampeonato en el Mundial de Japón el año pasado, el seleccionado argentino tendrá como gran objetivo buscar más gloria en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sobre en qué aspectos debe trabajar para esta competencia, Hernández señaló: “Siempre hay cosas para mejorar, da la sensación que tocamos un techo en el Mundial porque jugamos en un nivel altísimo, muy por arriba de lo que cualquiera esperaba de nosotros, quizás incluidos nosotros mismos. Somos muy autoexigentes como grupo, creo que todavía podemos mejorar esta idea o identidad tan marcada que tenemos, que tiene que ver con la intensidad, la presión organizada para crearle problemas al rival y a partir de eso usar nuestra arma más importante que es el ataque rápido, el secundario y no dejar hacer pie al rival y que de esa manera no se note tanto la diferencia física que tenemos con las potencias mundiales. Pero todo hay que trabajarlo, porque a veces esa velocidad nos hizo cometer errores de apresuramiento y podemos llegar a hacer lo mismo, pero con más precisión. Ojala podamos hacerlo en Tokio”.

“En el deporte profesional cuando uno habla de las expectativas enseguida se relaciona con el resultado y si no parece que te ponés un casete. La realidad es que nosotros vamos a ir a jugar y ver si podemos subir un poquito el nivel de juego para poder competir con las potencias de igual a igual y vamos a tener chances de ir por un lugar en el podio”, explica el bahiense sobre la ilusión que hay para la cita que se llevará adelante entre fines de julio y mediados de agosto próximo en la capital nipona.

Aunque deja en claro algo respecto a las posibilidades de medalla para Argentina, al apuntar también que “los demás pueden mejorar. En el Mundial hay 32 equipos y en los Juegos Olímpicos son 12 y cuando hay menos conjuntos, una noche errática que tenés o una gran noche del rival, te puede mandar de un podio a un séptimo lugar. Por eso no siempre las posiciones finales, ya sean buenas o malas, no siempre reflejan la realidad. A veces haces un torneo espectacular, perdiste un cruce y quedaste séptimo u octavo, y a veces en el cruce estuviste más inspirado y apareces en un lugar mejor. Como dice Luis Scola ‘yo no sueño con una medalla, siempre me preparo para una medalla”.