El feriado de noviembre coincidió este año con el balotaje presidencial y no trajo buenas noticias para el sector turístico. Con una demanda prácticamente dominada por los turistas extranjeros, las ventas cayeron a la mitad de las registradas en un fin de semana largo habitual y la ocupación hotelera de los principales destinos ronda entre el 40% y el 45%.
Los que traccionarán el turismo serán los brasileños. Beneficiados por el tipo de cambio, los turistas provenientes del gigante sudamericano compraron paquetes y hospedajes de cuatro estrellas en adelante y podrían representar gran parte de los recursos que se movilizarán. También los jubilados que no tienen la obligación de votar, en destinos como las Termas de Río Hondo.