En el día de ayer, una beba de 11 meses falleció en un sanatorio de la ciudad pocos minutos después de las 18. La llevó al nosocomio una pareja que no eran sus padres. La niña había sido cedida a estas personas por su madre biológica, que argumentó que no podía cuidarla ni darle de comer. Esto sucedió en la zona de cajeros frente a la plaza mayor de Santo Tomé.

Al impactante caso se le sumó un dato conmovió a toda la sociedad: según la directora de la subsecretaria de Niñez, Inés Colmegna, "la niña tendría droga en el cuerpo".

Los profesionales del Sanatorio de Servicios Médicos llamaron a la policía para avisar del fallecimiento de una nena. La pequeña presentaba signos evidentes de desnutrición. Luego de intentar reanimarla durante una hora y media, finalmente murió, sin que se pudiera hacer nada para salvarla.

“Se dictaminó una autopsia y nosotros tomamos una medida de urgencia en relación a sus tres hermanos que también están siendo estudiados”, contó Colmegna. “Yo no diría que murió por pobreza, pero si hay varios factores que debían haber estado disponibles y no estuvieron”, completó.

En primera instancia, manejamos la información de que los exámenes de la beba de 11 meses dan positivo a drogas. Sus hermanos también. No es por ingesta sino por otras circunstancias”, dijo la funcionaria de la salud. Agregó que esperará los exámenes que haga la justicia.

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Según relatos de los vecinos y paseantes de la zona centro de Santo Tomé, la niña ya había sido ofrecida a otras personas previamente.  La pareja que se hizo cargo de la menor dijo que el domingo aceptaron llevarse a la niña porque la vieron muy afectada de salud.

La policía los hizo declarar y luego fue a buscar a la madre. Encontró a uno de sus hijos en la zona de cajeros que le habían señalado. El niño le dijo dónde estaban sus padres: en barrio Costa Azul, un barrio de muy escasos recursos. Allí los encontraron y los llevaron detenidos.

Los testimonios de los vecinos

Los padres de la niña vivían en una casa muy precaria. En Costa Azul, todos sabían que en ese hogar las cosas no iban a terminar bien.

Verónica, una vecina que veía lo que sucedía en la casa dijo: “estoy consternada por la situación. El domingo a las 19 hice la primer denuncia porque vengo insistiendo para que se hiciera algo. Tenían que llevar a los chicos al hospital, porque cada vez estaban peor”, contó visiblemente compungida. “Llamé al comando el domingo y el lunes ya no la vi más. Me enteré que la había regalado en el centro. Yo insistí para que hicieran algo”, agregó.

Ellos trataban mal a los chicos, los mandaban a pedir y si no traían nada les pegaban. Los chicos no iban a la escuela. se la pasaban en la calle”, relató la vecina. Y agregó: “El trato con los chicos era terriblemente malo, los golpeaba, los mandaban a pedir, todos los vecinos les dábamos para que desayunen”.

Luego explicó una situación, como ejemplo del estilo de vida de los chicos: “El viernes pasado el hombre golpeó a la mujer y la echó de la casa. Y ella durmió con la beba afuera”.
Por último acusó que los padres “se drogaban todo el día y en frente de los chicos”.