Concurrieron al edificio 11 días antes de la tragedia y chequearon que no hubiera pérdidas tras un reclamo por poca presión en un departamento.

Los inspectores de Litoral Gas que rehabilitaron el servicio once días antes de que explotara el edificio en Salta 2141, harán hoy uso de la palabra. Será ante el tribunal que busca juzgar las responsabilidades por el estrago culposo que se cobró la vida de 22 personas el 6 de agosto de 2013.

El accionar

De acuerdo al expediente judicial y los testimonios que se escucharon hasta ahora en el juicio oral y público que se realiza en el nuevo Centro de Justicia Penal, los reclamistas (inspectores que acuden a solucionar reclamos de usuarios) Luis Curaba y Guillermo Oller acudieron el 26 de julio de 2013 al edificio de calle Salta 2141 a rehabilitar el servicio.

El fluido volvió a la torre a las 21.40 de ese día, tal cual quedó asentado en el reclamo Nº 17.037. Este fue secuestrado en un allanamiento que se realizó en las oficinas de Litoral Gas horas después de la explosión del 6 de agosto.

El formulario en cuestión había tenido su origen el 24 de julio, cuando la vecina que habitaba el departamento 9º F del edificio, Mariela Bozzo, llamó a Litoral Gas. Fue para denunciar la falta de presión del fluido en su domicilio, lo que derivaba en problemas con el calefón y las hornallas de la cocina.

Un día después, el reclamista Gerardo Bolaño acudió al edificio a responder ese reclamo. Y detectó fugas en la válvula de bloqueo del gabinete y en otros sectores. Por lo que pidió autorización y cortó el suministro en el edificio hasta que un gasista matriculado arreglara esos inconvenientes.

Esos arreglos fueron realizados por el gasista José Luis Allala durante el 26 de julio. Era un viernes, y ya entrada la noche, luego de que el matriculado avisara que había culminado las reparaciones. Oller y Curaba llegaron al edificio a inspeccionar los arreglos y restablecer el servicio.

Precisamente los detalles de ese trabajo serán los que ambos operarios les narrarán hoy a los jueces que integran el tribunal, Marcela Canavesio; Rodolfo Zvala y Carlos Leiva, en la séptima jornada del juicio oral y público.

Defensa

El jueves pasado, el jefe de mantenimiento de Redes de Litoral Gas, Claudio Tonucci, quien también está imputado en la causa, pidió hacer uso de la palabra. Y defendió la labor de sus subordinados. Dijo que “ningún empleado de Litoral Gas conocía que se iba a hacer el trabajo de cambio de regulador (fue la labor que intentó realizar el gasista Carlos García el día de la explosión)”. Y que se trató de un trabajo “clandestino y mal hecho”.

Luego explicó que once días antes, el 26 de julio, “Curaba y Oller concurrieron al edificio para chequear que se habían hecho las reparaciones solicitadas. Verificaron que no hubiera pérdidas utilizando agua jabonosa”, remarcó. Y explicó que “la prueba por burbujeo está autorizada en la Norma Argentina del Gas (Nac) 100. Es un método simple y efectivo”, subrayó.

La aclaración llegó tras algunos testimonios que habían dejado entrever que les había parecido hasta rudimentario que los inspectores chequearan las fugas con detergente.

Tonucci remarcó que esa noche se rehabilitó el servicio, ya que no se detectaron pérdidas de gas.

Testimonios

De acuerdo a los testimonios que se han escuchado hasta ahora en las audiencias, desde ese día en adelante los problemas de presión de gas continuaron. Y fueron la causa principal que llevaron a los consorcistas a decidir cambiar el regulador del edificio.

Ese fue el trabajo para lo cual se contrató a García, quien llegó el 6 de agosto al edificio con esa misión. Y minutos después de las 9.30, cuando manipulaba ese artefacto, no pudo controlar una masiva fuga de gas. La misma, terminó generando la peor tragedia en la historia de la ciudad.

Hipótesis

Para la fiscalía, el estrago fue la causa de una cadena de negligencias que terminaron en la actuación de García. Refuerza esa hipótesis, entre otros aspectos, en el hecho de que el primer reclamo por presión de gas que radicó una vecina nunca fue subsanado. Y sin embargo se restableció el servicio sin chequear las condiciones en que llegaba el fluido a los departamentos.

La defensa de los empleados de Litoral Gas, en tanto, hace hincapié en que la tragedia fue el resultado del trabajo de un gasista que nunca avisó del mismo a la empresa. Y refuerza esa hipótesis, entre otras cosas, en el hecho de que desde el 26 de julio de 2013 en adelante no se registró ningún reclamo técnico. Ni por pérdida de gas ni por problemas en el suministro.

Los resultados de las autopsias

Durante la séptima jornada del juicio oral y público que busca desentrañar las responsabilidades por la peor tragedia en la historia de Rosario, se espera que hoy también brinden testimonio los médicos forenses que participaron de las autopsias a las 22 víctimas fatales. Los detalles de algunas de esas necropsias ya fueron señaladas en jornadas anteriores, y la mayoría de las mismas apuntaron como causas de la muerte a los politraumatismos por aplastamiento.