La falta de presión o el color turbio en el agua de la canilla son los principales problemas que el acueducto San Lorenzo resolverá una vez que la obra quede concluida, en principio, en el primer trimestre del año 2020.
Así lo confirmó el presidente de Aguas Santafesinas, Sebastián Bonet, quien visitó esta mañana las obras que se están desarrollando en la zona oeste de la ciudad de San Lorenzo. El predio, consta de una manzana ubicada a metros de la Autopista Rosario – Santa Fe, sobre calle Aldo Vacis y Brasil.
En un enorme pozo se observan los cimientos de lo que será una cisterna con capacidad para acumular unos cinco millones de litros de agua. El agua, ya potabilizada desde la central en Granadero Baigorria, ubicada debajo del puente Rosario – Victoria, será transportada por un gran afluente que recorrerá la colectora de la avenida interurbana, atravesando Capitán Bermúdez y Fray Luis Beltrán, hasta llegar a la ciudad.
“Va a cambiar totalmente la calidad del agua. Hoy es natural del suelo, por lo que tiene hierro y manganeso. El agua nueva tendrá menor cantidad de sales, es mucho más dulce, y, por otro lado, va a haber más volumen, más cantidad, por lo que mejorará la presión del servicio”, explicó Bonet en conferencia de prensa.