Se fue de Central en busca de continuidad. La consiguió en Chile, luego en Colón y desde hace dos temporadas se destaca atajando en Europa del este. "En Bulgaria estoy muy bien. Mi familia se siente cómoda y eso está bueno porque me ayuda a progresar”, dijo de entrada Jorge Broun en el prólogo de la charla con Ovación. "El Ludogorets es un gran club. Desde que ascendió ganó todos los campeonatos locales. Hace ocho años que domina el fútbol búlgaro. Somos la tercera fuerza”, remarcó Fatu, mientras festejaba en la intimidad familiar "mi cumpleaños número 33”.
¿Se puede decir que en Bulgaria encontraste tu lugar en el fútbol?
No sé si definirlo así pero sí puedo afirmar que estoy muy cómodo en un club y que en la actualidad es el más importante de Bulgaria. Hace ocho temporadas que Ludogorets viene saliendo campeón y eso no se consigue de casualidad. Hay un gran trabajo, esfuerzo y profesionalismo detrás de todo. Llegué hace dos años, me adapté rápido por suerte y eso hizo que las cosas me salieran mejor a la hora de encarar cada partido. Por eso es que además disfruto mucho estos dos títulos de Liga y Supercopa que conseguí con esta camiseta.
¿Cómo es el club, ya que los grandes son CSKA Sofía y Levski?
Es verdad, esos son los más grandes del país en cuanto a hinchas y estadios. Pero estoy en una institución muy linda en todo sentido. Está en la ciudad de Razgrad y de ahí la denominación del club (Ludogorets Razgrad). Ascendió a la Primera Liga, que es como se denomina acá a la primera división, por primera vez en la temporada 2011-12. Y desde ahí viene saliendo siempre campeón. Nuestra cancha es chica en relación a las de CSKA Sofía y de Levski, pero tenemos un gran equipo y eso se nota en cada partido. En poco tiempo nos convertimos en la tercera la fuerza en Bulgaria y eso es todo un orgullo para la ciudad, que cuenta con 30 mil habitantes nomás y está en el este, casi en el límite con Rumania.
¿Por qué decidiste irte a Bulgaria teniendo en cuenta que en Colón estabas teniendo un gran nivel y podrías haber ido a otro país?
Se dio así y me pareció una gran oportunidad para vivir la experiencia que siempre tuve, la de jugar en Europa. Cuando surgió esta chance lo charlé con mi esposa y ahí nomás le dimos el okey. No dudamos y acá estamos, disfrutando de esta gran vivencia deportiva y personal. Sé que no es una de las ligas más importantes de este lado del continente, pero participamos en la Liga de Campeones y la Europa League. Desde lo deportivo es muy importante el desafío.
¿Tuviste que decidir rápido porque así te lo pedía el club o decidiste hacerlo para cumplir el sueño de ir a Europa?
No, lo hice porque nos cerró la idea a nivel personal y familiar. Recuerdo que un 21 de junio me llegó la oferta, el 25 jugué mi último partido en Colón, el 26 le festejé el cumple a mi nena (Cata) y al día siguiente ya estaba volando hacia Austria para sumarle al equipo, que estaba de pretemporada. Sentí que era el momento y por eso no dudé en irme el país.
¿Cómo fue cuando llegaste al vestuario por primera vez?
Por suerte en ese momento había como diez brasileños y eso me facilitó las cosas. A la vez el club me puso un traductor y es hasta ahora prácticamente mi sombra, ja. Pero todo bien. Incluso ahora manejo la música en el vestuario o concentraciones y nadie me dice nada.
¿Son pasionales los búlgaros?
En nuestra ciudad son tranquilos. Los hinchas nos acompañan siempre en cada partido, pero no dramatizan si perdemos. En cambio, los hinchas de CSKA Sofía o Levski sí son más bravos. Incluso arman más carnaval en los estadios. En ese sentido se podría decir que son como nosotros.
¿Extrañás jugar sin presión?
Creo que está bueno jugar y no tomarse una derrota como algo de vida o de muerte. En este sentido disfruto de cada partido más. También estoy tranquilo porque mi familia va al estadio y sé que no le pasará nada porque los hinchas no son de insultar o hacer desmanes. Y si me insultan no se hacen drama porque no entienden el idioma.
¿Cómo te llevás con el idioma?
Me defiendo bastante. En el vestuario se habla en búlgaro y no me quedó otra que aprender. Lógico que sé poco y nada. Lo que sí, trato de comunicarme en inglés, y ahí vengo zafando. Al menos cuando voy al súper, al shopping o algún restaurante. Pero la piloteo bastante por suerte.
¿Maduraste con el paso de los años o seguís siendo el mismo que se la pasaba haciendo bromas en Central?
Sigo siendo el mismo. Soy alegre nomás, ja. Pero se ve que el vestuario me bancan porque pongo música y nadie me dice nada. Y eso que tenemos una colectividad importante en el plantel.
¿Ponés cumbia como se estila acá?
También. Pero generalmente predomina el reggaeton, ya que es más conocido y le gusta a casi todos, o pongo algo de música brasileña porque hay varios jugadores de allá. Pero sí, cumbia le meto para meterle más alegría.
¿La idea es seguir en Bulgaria o pasar a otra liga?
Tengo contrato por una temporada más y me siento cómodo en el club. Lo único que sé es que el 10 de junio arrancamos la pretemporada porque en la primera semana de julio tenemos partido Pre Liga de Campeones. Mi cabeza está puesta en eso, aunque en este deporte uno nunca sabe qué puede pasar mañana mismo. Lógicamente que si aparece algo y le conviene a todos se analizará en su momento. Pero por ahora estoy en un gran club. Trato de vivir y disfrutar al máximo el presente.