Son el jefe operativo y su hermano y colaborador. Participaban en la investigación contra el hombre de quien ahora los sospechan cómplices. Ya son tres los policías que imputan por lazos con un acusado de homicidio.

Dos comisarios fueron detenidos ayer acusados de ser parte de la estructura delictiva de Esteban Alvarado. Es el hombre que pese a su bajo perfil aparece como una de las figuras más notorias en la escena criminal de Rosario. Se trata del jefe operativo de la Policía de Investigaciones (PDI) y su hermano, que es su principal colaborador. Son oficiales jerárquicos que tienen participación en las más importantes investigaciones encaradas por los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Rosario.

Detenidos

Los detenidos son el jefe operativo de la PDI, comisario Martín Rey, y su hermano Marcelo Rey, su colaborador más estrecho. Ambos participaron hasta hoy a mediodía en investigaciones relevantes en todas las unidades fiscales del MPA. En especial en la de delitos de Gravedad Institucional, que es la que ordenó su arresto.

Anoche a las 20.30 fue arrestada una suboficial de la comisaría 24ª de Granadero Baigorria, Jorgelina Chávez, tambíen acusada por sus vínculos con Alvarado.

Los comisarios fueron detenidos por efectivos de la Dirección Provincial de Asuntos Internos. A las 13 serán llevados a una audiencia imputativa en la que los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra los acusarán como integrantes de una asociación ilícita con Alvarado e incumplimiento de deberes funcionales y desplegarán la evidencia.

En esa audiencia estarán sentados junto al propio Alvarado y a Marcelo Nicolás Ocampo, "el Fino", sindicado como su mano derecha.

Uno más en la mira

Los fiscales del caso solicitaron asimismo la detención de un cuarto policía que ayer no fue localizado. Si se produjera el arresto serán seis los acusados en la audiencia de esta tarde en el Centro de Justicia Penal, en la que habrá una ampliación del listado de delitos contra Alvarado.

Los hermanos Rey están sospechados de cooperar con Alvarado, de 43 años, detenido desde febrero por el asesinato de Lucio Maldonado, quien estuvo secuestrado en noviembre en una quinta de propiedad del primero y luego apareció ejecutado a 200 metros del casino City Center. Alvarado cumplía entonces en libertad la última parte de una condena a 7 años como jefe de una organización de ladrones de autos. En la audiencia del 11 febrero pasado, en que Edery y Schiappa Pietra lo imputaron como instigador del crimen de Maldonado, fue señalado por conexiones con el narcotráfico.

Desde el momento que corrió la noticia abrió un abismo de sorpresa e inquietud en distintos frentes. En el cuerpo de fiscales de Rosario el estupor era mayúsculo: personas de la mayor confianza de los investigadores de ilícitos de todo tipo, con reputación ganada por desempeños calificados de muy profesionales, quedan presos bajo la sospecha de cercanía con una destacada figura

El estigma de la PDI

Las detenciones postulan la idea de una colaboración sistémica de niveles jerárquicos de fuerzas de seguridad locales con Alvarado. Y por segunda vez en seis meses golpea a la PDI en su escalón de conducción. En noviembre último se allanaron propiedades al encontrar recibos de expensas y servicios en la quinta de Alvarado del paraje Los Muchachos, en Soldini, donde se estableció que estuvo secuestrado Maldonado antes de su asesinato. Una de las direcciones allanadas era un edificio situado frente al shopping Alto Rosario. Allí encontraron viviendo al comisario Javier Makhat, que era hasta ese momento jefe de Inteligencia del Area de Drogas de la PDI.

Las relaciones de Alvarado con la policía provincial habían quedado al desnudo cuando el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari lo detuvo en 2012 como jefe de una banda de ladrones de autos en el conurbano norte. El texto de la acusación y de la condena que recibió a 7 años enumera constancias concretas, en las escuchas telefónicas, de esas conexiones con policías jerárquicos que le proporcionaban amparo.

Tras la comunicación del fiscal Ferrari a fiscales locales por este motivo fueron allanadas en 2012 la sede del Comando Radioeléctrico de Rosario, el cuartel de la TOE y tres comisarías. Ferrari caracterizaba las actividades de Alvarado como las de "un hombre en las sombras".