La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) es la “sucursal de la humanidad en el espacio”. Situada a 400 kilómetros de la Tierra, es operada en forma cooperativa por agencias de diferentes países del mundo, como Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá, además de por la Agencia Espacial Europea (ESA).

Desde sus orígenes a fines del siglo pasado, esa base espacial es un centro de investigación que habitan aleatoriamente astronautas profesionales. Pero eso cambiará pronto: la NASA confirmó que pronto abrirá al turismo las puertas de la Estación Espacial Internacional.

Un nuevo destino

Un crucero por el Caribe, un recorrido por países del viejo continente, una aventura en el sudeste asiático, o un viaje al espacio. Esa última opción será posible el año próximo, según informa BBC.

La agencia espacial estadounidense anunció que la ISS aceptará visitantes privados y viajes con fines comerciales. En tanto, la base espacial ya no será únicamente un centro de investigaciones o de propósitos científicos.

La responsabilidad de esos viajes (y de la aptitud de la viajeros para afrontarlos) correrá por cuenta de empresas privadas, como SpaceX de Elon Musk. Otros privados también trabajan con estos mismos fines, como el dueño de Amazon, Jeff Bezos, a través de la firma Blue Origin.

¿Cuánto habrá que pagar? Según informó la propia agencia de Estados Unidos, una noche en el espacio costará 35.000 dólares. Los interesados en la aventura podrán gozar de una estadía en la Estación Espacial Internacional de un máximo de 30 días.

En una primera instancia, en la ISS podrán permanecer solamente dos viajeros privados juntos con la tripulación oficial.

Un dato de color que menciona la fuente es que la NASA considera la posibilidad de permitir rodar películas o publicidades en tal escenario.

Por lo demás, instaron a empresas a presentar proyectos para añadir módulos en la estación, que podrían ser utilizados con fines comerciales y/o turísticos.

Cabe recordar que este cambio de paradigma no implicará la llegada de los primeros turistas al espacio. En 2001 un empresario estadounidense pagó cerca de 20 millones de dólares por el viaje. Sin embargo, sí marca un punto de partida para una nueva era de los viajes espaciales y el esperado desembarco de actores privados en la movida.