Científicos de la Universidad de Baylor, en Texas, en colaboración con la NASA, descubrieron una gigantesca masa metálica bajo la Cuenca Aitken, un cráter de gran dimensión ubicado en el polo sur de la Luna. Indican que se trataría de los restos de un meteorito que impactó al satélite natural de la Tierra hace 4 mil millones de años.

Peter B. James, científico de la mencionada universidad estadounidense, dijo que el tamaño de ese “montón de metal” es cinco veces más grande que la Isla Mayor de Hawái. Eso implica que el hallazgo es 250 más grande que la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. O más grande que el territorio de Dinamarca.

“Eso es aproximadamente la cantidad de masa inesperada que encontramos”, dijo James.

La Cuenca Aitken es una depresión en la superficie lunar, apenas visible desde la Tierra, con un diámetro de 2500 kilómetros y una profundidad de 12 kilómetros. La gran masa metálica que fue descubierta bajo ese cráter se encontraría a una profundidad de 300 kilómetros y tendría un descomunal peso de 2.7 quintillones de kilos.

Los especialistas dicen que el señalado impacto ocurrió a baja velocidad, porque de otro modo hubiera generado peores consecuencias en la Luna.

El equipo liderado por James estudió datos obtenidos por misiones lunares; una de ellas lleva casi una década orbitando el satélite natural. Encontraron que la orografía no se corresponde con el campo gravitatorio detectado en las investigaciones. Una de las explicaciones posibles es la presencia de una masa adicional incrustada en la Luna, más precisamente en la mencionada cuenca.

Aunque la hipótesis del meteorito metálico (que además originó la cuenca) es la más plausible, los científicos dicen que también podría tratarse de un área rica en óxidos. Como fuere, este avance en la investigación supone un gran paso para los investigadores que estudian la historia del universo.

El propio James comentó que la Cuenca Aitken es “uno de los mejores laboratorios naturales para estudiar eventos de impacto catastrófico, un proceso antiguo que dio forma a todos los planetas rocosos y lunas que vemos hoy”.