Sesenta sociedades médicas de diversos países dieron su aval para esta nueva pauta médica. La adicción a los videojuegos pasó a ser oficialmente una enfermedad para la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que conllevará nuevos programas de prevención y de tratamiento en el mundo. ¿Cómo respondió la industria? Nuevamente pone en duda la evidencia científica.

"Hay indicaciones claras de que es un problema de salud pública, frente al cual algunos países ya están tomando medidas preventivas y de tratamiento", respondió a medios internacionales el doctor Robert Jakob, jefe del equipo de la OMS que elaboró la lista.

La entrada de la adicción a los videojuegos en esta categoría ocurrió en la primera revisión que hizo la organización de su Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11) en treinta años y que fue aprobada en su asamblea mundial. Para dar ese paso se revisaron estudios de las 60 sociedades científicas mencionadas al inicio de este artículo, que concluyeron que esta adicción se convirtió en una enfermedad para muchos usuarios de internet, a través de sus variados soportes, y de consolas.

¿Cuándo es un problema?

"Si jugar es una prioridad, si no se puede parar, si eso genera problemas en el entorno social, si por ello se pierden amigos o se desatiende el trabajo, y si esto se prolonga durante un año, entonces hay adicción a los videojuegos", explicó Jakob.

El hecho de que esta adicción no estuviese incluida antes en la clasificación de enfermedades de la OMS impidió que se elaboren estadísticas globales sobre la prevalencia de esta enfermedad, que podrán recogerse y ser analizadas a partir de ahora.

Sin embargo, los estudios que sirvieron de base para considerar esta patología ofrecen cifras preocupantes de adicción, que superan en algunas investigaciones parciales una prevalencia del 30% en la población de Europa y Norteamérica y del 50 % en Asia. Los estudios más prudentes -que reducen la prevalencia al 1 % en Norteamérica y Asia- indican no obstante la necesidad de campañas preventivas o tratamientos para los afectados.

No es un “asunto de chicos”

Contra lo que muchos creen, el problema ya no es exclusivo de chicos y adolescentes. Varios reportes alertan que la adicción es más frecuente ahora entre adultos que entre menores.

La nueva clasificación de este problema no gustó a la industria de los videojuegos, que en un comunicado suscrito por firmas del sector de Estados Unidos, de Europa, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Sudáfrica y Brasil pidió a la OMS que reconsidere su decisión. La inclusión "no tiene suficientes bases sólidas", según un comunicado de la Asociación Global de la Industria de los Videojuegos.

Jakob explicó que la inclusión de esta adicción en la lista “ICD-11” no tiene por qué causar un aumento en los diagnósticos, que seguirán en manos de psicólogos o psiquiatras, “y tampoco implicará que estará automáticamente cubierta por los sistemas de sanidad públicos en los países. Lo que es cierto es que en muchos países la cobertura de una enfermedad está vinculada a que figure en la clasificación de la OMS”.