La victimaria tiene 34 años. El adolescente, de 15, es amigo de su hijo. Primero le pidió dinero a cambio de sexo, y después, para abortar.

Una mujer de 34 años fue condenada a la pena de tres años de prisión condicional más la obligación de abonar 90 mil pesos (en dos veces) a un adolescente de 15 años de edad que fue víctima de abuso y de coacciones por parte de la mujer; además de abonarle 2 mil pesos a otra persona a quien le había sustraído el teléfono celular.

Todo se realizó a través de un procedimiento abreviado que acordó la condenada, Luciana Soledad Vera, con su correspondiente defensa y el fiscal del caso, Norberto Ríos, evitando así el juicio oral y público.

El procedimiento fue homologado por la jueza penal de Reconquista Claudia Bressán.

Los hechos que se le atribuyen a la mujer ocurrieron entre los años 2016 y 2018 en la localidad santafesina de Villa Guillermina, departamento General Obligado, a más de más 620 kilómetros de Rosario, en el extremo norte santafesino. Allí, Luciana Vera trabajaba para una mutual que otorgaba préstamos.

En la audiencia imputativa realizada en el mes de marzo de 2019, el fiscal Ríos le imputó a la ahora condenada los delitos de hurto en concurso real con amenazas, abuso sexual con acceso carnal aprovechando la inmadurez sexual de la víctima y coacciones reiteradas, en calidad de autora.

Los delitos de hurto y amenazas fueron perpetrados en perjuicio de dos personas mayores de edad quienes hicieron las denuncias pertinentes y a quienes la condenada deberá indemnizar, mientras que el abuso sexual con acceso carnal aprovechando la inmadurez sexual de la víctima y coacciones reiteradas, fue en perjuicio de un menor de 15 años de edad.

Conocía al chico

"El hecho no hubiese ocurrido, no hubiese existido si la víctima hubiese tenido medios. La victimaria sabía exactamente quién iba a ser su víctima y por eso lo manipuló. Si el chico no hubiera tenido acceso a dinero, ella no hubiera hecho eso", sostuvo el fiscal del caso, entrevistado por el diario digital ReconquistaHOY. Es que el menor víctima es hijo de comerciantes y con acceso a dinero, de lo que se aprovechó Luciana Vera.

Los padres del menor descubrieron la situación a partir de un mensaje que mandó el chico usando el teléfono de la mamá.

Todo comenzó cuando Luciana le pidió al adolescente dinero que le devolvería "en especie"; es decir, con sexo, lo que se consumó. Y esa situación aprovechó para simular un embarazo y plantearle la necesidad de abortar, para lo cual le exigía que consiguiera el dinero. Así lo puso en apuros y en ese trance les sacó 45 mil pesos a sus padres, que ni se dieron cuenta.

La presión de la mujer exigiéndole dinero y hablándole de paternidad y aborto al menor lo llevaron a sufrir depresión. Ya no quería ir ni a la escuela ni a vóley.

Vía Facebook

Si bien Luciana conocía a quien eligió como su víctima porque es amigo de su hijo, el acecho lo inició desde la red social Facebook enviándole una invitación para ser "amigos", lo que chico aceptó, ya que la conocía.

Al entrar en confianza le pidió prestados mil pesos, asegurándole que se los iba a devolver. Se encontraron en inmediaciones del negocio de los padres del menor, donde él cumplió el pedido.

Pasó una semana y media, y como Luciana no devolvía el préstamo, el chico le escribió para recordarle y allí fue cuando ella le propuso devolvérselo de otra manera, teniendo relaciones sexuales y ahí mismo le mandó fotografías de sus pechos y vagina.

Luego le pidió que le llevara 10 mil pesos, que el adolescente le llevó a la casa, donde Luciana lo hizo pasar a la habitación, le indicó que dejara el dinero sobre la mesita de luz, que se acostara y se sacara el pantalón, mientras ella se desnudaba quedando sólo en corpiño, y lo sometió sexualmente sobre la cama, donde la víctima perdió su virginidad.

El plan estaba en marcha

Consumado el acto, la mujer le dijo que se cuidaba con pastillas anticonceptivas para no quedar embarazada, pero luego le inventó el embarazo y se lo comunicó por WhatsApp para seguir presionándolo por más dinero para abortar: 6 mil pesos para las pastillas abortivas y 4 mil para la doctora que le haría la prescripción. Y le dijo que necesitaba todo el dinero junto.

La preocupación del adolescente fue creciendo conforme la presión era mayor: dinero, la presunta responsabilidad de un embarazo, la consecuente paternidad y un aborto eran un peso muy grande para él, hasta que quedó sumido en una depresión a la que los padres encontraron explicación cuando encontraron el mensaje que fue la punta del ovillo.

Ahora, y además de los tres años de prisión condicional (se cumple en libertad salvo que haya reincidencia), la condena incluye el pago de 90 mil pesos, que la mujer tendrá que hacer en dos cuotas iguales. Todo según lo acordado en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos, con el acuerdo de las partes.