Es cada vez más frecuente que invadan estas sensaciones, en tiempos de maratones de horas frente a la pantalla mirando un episodio tras otro. Esa serie que te acompañó durante semanas o meses, con la que reíste, te angustiaste, lloraste y hasta repetiste alguna que otra escena para no perder ningún detalle, tiene un fin. Cada vez es más común tener una sensación de confusión, sobre todo en aquellas de mayor intensidad y que tocaron emociones profundas. Lo mismo que ocurre cuando termina una relación afectiva.

"Es algo similar a un duelo porque la persona se involucra por un tiempo -lo que dura una serie- y cuando termina queda una sensación de vacío. La diferencia es la duración de esa sensación dura mucho menos. Hasta que aparece otra serie", explica la licenciada en psicología Mariana Garibaldi (MN 53.223).

Tal como ocurre con un alejamiento afectivo, lo primero que hay que saber es que sentir un poco de pena porque una época entretenida terminó, es lo normal. No hay que darle mayor importancia. Después, hay que tener en cuenta que ese sentimiento va a desaparecer y, aunque en el momento cueste mucho creerlo, vendrán otras series que darán tantos ratos emocionantes como la que acaba de terminar.

También es común que este mecanismo cause una perspectiva o expectativa subjetiva asociada, un pensamiento negativo: "Nunca volveré a tener una igual". Esta emoción conduce a la apatía que es la pérdida de motivación. Para levantar el ánimo sugerimos que compartas en los comentarios que serie recomendás desde tu lugar, para quien esté pasando por este momento de duelo reducido. ¿Te sumás?