Las encuestas dan confianza al macrismo de que logrará un segundo mandato. Algunos miembros del Gobierno ya están trabajando para después del 10 de diciembre.

El ánimo en la Casa Rosada ha mejorado. Al compás de las últimas encuestas, sube la confianza en que se logrará un segundo mandato para Mauricio Macri.

Con una situación cambiaria tranquila, algunos indicadores más positivos de la economía. Y –fundamentalmente- con la impresión que se tiene en el entorno presidencial de que la fórmula encabezada por Alberto Fernández no atrae a votantes “moderados”, aumenta la esperanza de continuidad en los puestos.

Al mejor estilo presidencial, no hay una sola persona que lidere el equipo de los que están pensando los temas que se deberán implementar en un segundo mandato.

Equipo

Así es que, por un lado, el actual presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior y ex ministro de la Producción, Francisco Cabrera, se encuentra desde diciembre del año pasado manteniendo conversaciones con los distintos ministros. Para indagar sobre “qué cosas no se pudieron llevar a cabo y cuáles fueron las razones”. La intención es detectar superposiciones, trabas burocráticas, problemas específicos de gestión.

Cabrera, un visitante habitual de la Casa Rosada, también conversa con empresarios. Y otros sectores representativos de la sociedad con el mismo propósito. Es decir saber qué se hizo mal, que faltó hacer, qué se puede mejorar en un segundo periodo.

En esta tarea es secundado por uno de los ex vicejefes de Gabinete y actual secretario de Energía, Gustavo Lopetegui. Aunque participan también otros integrantes, tanto de la función pública como del ala política. En cambio, no forma parte de este equipo el otro ex vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, según señalaron fuentes oficiales.

Entorno presidencial

En el entorno presidencial se afirma que no se está “trabajando en temas específicos”. Sino que se lleva a cabo una evaluación de estos años de Gobierno con la intención de ir perfilando programas para atacar los problemas detectados.

Esta evaluación no se limita a la gestión ministerial, sino que también, y en esta cuestión de ser más abiertos, se consulta a distintos sectores de la sociedad. Las preguntas son más amplias y dependiendo de los interlocutores, que van desde el mundo empresario o sindical hasta la Justicia, entre otros.

Los encuentros los llevan adelante prácticamente todos los ministros y las preguntas son comunes a todos los interlocutores: ¿qué hicimos mal?, ¿qué habría que mejorar?, ¿qué nos faltó? Lo que se busca en estos encuentros informales es comprender la percepción que se tiene del Gobierno, algo que no siempre coincide con la visión que se tiene de la gestión dentro del entorno presidencial.

El resultado de estas charlas se vuelca en informes que se entregan al jefe de Gabinete, Marcos Peña e incluso al propio presidente Macri.

Quien también está trabajando en planes futuros para un segundo mandato, se comenta, es Lilita Carrio con el apoyo del Instituto Hannah Arendt que preside.

Si bien aún es prematuro hablar de grandes propuestas o lineamientos, lo que si repiten en el entorno presidencial es que en la próxima gestión se intentará tener un vínculo más aceitado con todos los actores de la sociedad.

Y, en esta misma sintonía no descartan que el futuro gabinete también cuente con la colaboración de extra partidarios.

Otro de los temas que sí tienen claro es que no se atarán a promesas a cumplir en un semestre, al tiempo que admiten que no hay margen para compromisos sin resultados.

Futuro gabinete

Comentan que Mauricio Macri se molestó mucho cuando trascendieron algunos nombres de ministros que supuestamente continuarían en sus poltronas en el caso de triunfar en los próximos comicios.

Su fastidio, explican en la Rosada, obedeció a que no le parece que sean tiempos para ser exitistas. “Primero hay que ganar la elección” y, además, “la oposición es la que daba el triste espectáculos de pelearse por un puesto”, “No hagamos lo mismo que criticamos” habría dicho Macri.

En los pasillos oficiales se especula -y no sin sentido- con que, si llegan a ganar las elecciones, Marcos Peña tendrá más poder aún en su actual puesto de Jefe de Ministros, pero otros lo imaginan como el futuro Canciller. Esta suposición no resulta descabellada ya que sostiene que, de ser reelegido, Macri le dará más énfasis a la vinculación externa.

Otro interrogante será el rol que jugará Miguel Ángel Pichetto. Algunos interpretan que no se limitara a tocar la campanita en el Senado y que será “una voz que se tendrá que escuchar”. Quienes conocen a Pichetto saben que no es de abrirse un lugar a los codazos, pero que sí se hace respetar.

La otra duda es cómo jugará el radicalismo en un segundo mandato, quiénes serán los interlocutores de peso.

Elecciones

Falta poco para las elecciones de las PASO y más para octubre y, hoy por hoy, todo el esfuerzo del Gobierno está en convencer a la mayoría que lo apoyen.

En el entorno presidencial se sienten moderadamente optimistas, aunque reconocen que el partido más difícil se dará en la provincia de Buenos Aires, y, si bien María Eugenia Vidal recortó la diferencia que tenía con Axel Kicillof, admiten que “aún está muy peleado”.

Una gran pregunta a la cual hoy nadie puede responder con certeza es “cuánto pesará la cloaca o el pavimento que hizo la gobernadora frente al plato vacío que sufren muchos bonaerenses”. Y, no falta mucho para conocer la respuesta que la dará las PASO.