Si bien es incipiente, es un fenómeno que comenzó a verse en los locales de algunas galerías y varias calles muy concurridas.

Las estrategias de los comerciantes para achicar costos ante la caída constante del consumo son de los más variadas. Una de las que se sumó en los últimos tiempos, aunque de manera incipiente, es el cierre de los comercios en el horario del mediodía, una costumbre que si bien es mayoritaria en locales barriales, excluía casi por completo los que funcionan en el centro.

Si bien la novedad excluye a los que están sobre las peatonales, sí se ve en galerías e incluso sobre calle San Luis. "Es algo que comenzamos a observar en el último año y medio, y fundamentalmente lo hacen los locales que están atendidos por sus propios dueños, que ya no pagan el salario de un empleado", indicó Fabio Acosta, representante de la entidad que nuclea a los comercios del Casco Histórico.

Estadísticas

Las últimas estadísticas de caída de la actividad vienen mostrando un escenario negativo y llas mediciones que lleva adelante la Secretaría de la Producción de la Municipalidad sobre los locales habilitados mostraron en abril una caída de casi el 6 por ciento respecto del mismo mes del año anterior. Además, los datos de mayo, con un descenso del 8,4 por ciento, no mostraron una mejora.

Ese tobogán sumado a los reclamos por los incrementos de las tarifas de los servicios, en especial la energía eléctrica que, según indicó Acosta, representa un 30 por ciento de los costos, y el impacto de los salarios de los empleados (un 40 por ciento), hace que haya que ingeniárselas para seguir funcionando.

De hecho, un último relevamiento llevado adelante por la Concejalía Popular en el inicio de este año, registró en toda la ciudad 3.912 locales ociosos, de los cuales 138 corresponden a esquinas consideradas estratégicas para la competitividad de los comercios. Una caminata por cualquiera de las galerías céntricas muestra locales con carteles de alquiler a precios "demasiado altos en este contexto", se indicó.

Hora calma

"Acá dejó de circular gente. En el horario del mediodía podés armar una cancha de tejo en la galería", dijo entre la humorada y el sarcasmo una de las comerciantes que está al frente de las islas de venta de café en la Galería Libertad, y que aseguró que son "varios los que cierran a esa hora porque no hay movimiento".

Tanto allí, como en otros centros comerciales, se trata de locales que en muchos casos son atendidos sólo por sus dueños, como es el caso de una de las marroquinerías. "No tienen empleado, no van a tomar a nadie en este contexto y entonces deciden cerrar", contaron. Acosta insistió sobre el mismo punto al decir que "son muchos los viven en el centro, almuerzan en sus casas y de ese modo ahorran lo que deberían pagar a un empleado para permanecer en el local".

Los casos se suman durante el recorrido de la galería, tanto en las islas como en el bazar y el negoció de cotillón que dan sobre calle Rioja. En ambos sitios suspenden la actividad sobre las 13.30.

"Lo que se nota y mucho es la caída de la circulación de gente, hay momentos en los que no pasa nadie", agregó una empleada de la cafetería.

Adaptación

En la galería La Favorita, la tradicional zapatería "Carlitos" cierra sus puertas desde siempre, pero su dueña aseguró que "ahora son varios los que empezaron a hacerlo". La referente contó que "en otros casos, se retiran más temprano ante la falta de actividad".

Allí, en una de las joyerías también se adoptó el horario cortado; en tanto la dueña de uno de los comercios de indumentaria infantil admitió: "Uno se va moviendo de acuerdo al movimiento que hay. Los lunes y martes, que generalmente están muy parados, cortamos al mediodía; en cambio, desde el miércoles hasta el fin de semana se trabaja mejor y hacemos horario corrido".

Otro de los tradicionales complejos, es la Galería Rosario, donde, aunque son pocos, alguno que otro local cierra al mediodía. Uno de los casos es el un comercio de electrónica, que tomó esa decisión hace poco más de un año.

Más allá de las galerías, otros comerciantes de otros sectores, como San Luis, tomaron la misma decisión. Y algunos no tan chicos: la casa de artículos de plástico Colombraro decidió hacerlo en sus dos locales, el de la esquina de Paraguay y San Luis, y el que está sobre la peatonal.