Racing, Boca y River, en el orden que se prefiera, asoman como los principales favoritos y un escalón o dos escalones abajo Independiente y San Lorenzo.
Y eso, porque los cinco grandes de la billetera gorda son vendedores para el exterior y compradores para adentro, donde sin demasiado esfuerzo se quedan con los mejores jugadores de los medianos y de los chicos.
Por ejemplo: Defensa y Justicia, subcampeón de la Superliga inaugural, se ha quedado sin su entrenador (Sebastián Becaccece, hoy en Independiente) y sin siete de los titulares: Lisandro Martínez, Alexander Barboza, Leonel Miranda, Gastón Togni, Matías Rojas, Ciro Rius y Domingo Blanco.
Además: Boca compró al mejor de Argentinos Junios (Alexis Mac Allister) y al mejor de Gimnasia (Jan Hurtado); Racing a uno de los mejores de Defensa (el paraguayo Rojas) y al conductor de Atlético Tucumán (David Barbona); Independiente se quedó con Barboza, Cristian Chávez de Aldosivi y Sebastián Palacios de Talleres de Córdoba; y San Lorenzo con los hermanos Bruno y Mauro Pittón, de Unión de Santa Fe.
Unión, por cierto, es el caso testigo de los clubes de bajo presupuesto cuyos entrenadores arman y rearman el plantel cada temporada, cual un rompecabezas, con ojo clínico, mucho esfuerzo y remotas posibilidades de sostener un equipo competente.
Entre transferidos y dejados en libertad de acción Leonardo Madelón ha dejado de disponer de más de la mitad de los futbolistas que vienen de hacer una muy buena temporada.
Un caso similar al de Ricardo Zielinski en Atlético Tucumán: se ha marchado la base del equipo que hizo historia y los presuntos refuerzos son en su mayoría veteranos del tipo de Cristian Erbes y Luciano Monzón.
Incluso Vélez, que de la mano de Gabriel Heinze perfilaba crecer de forma sostenida y acaso meterse decididamente en la contienda por el título, se ha desprendido del defensor Joaquín Laso (al San Luis de México) y de la joyita Matías "Monito" Vargas, por cuyo pase el Espanyol de Barcelona ha pagado 10.5 millones de euros.
(Habrá que ver, eso sí, cómo y cuánto influye en Vélez la otoñal versión de Fernando Gago, al parecer restablecido de más de una lesión de las que lo pusieron al borde mismo de colgar los botines).
Así, las cosas, Racing, Boca y River, en el orden que se prefiera, asoman como los principales favoritos y un escalón o dos escalones abajo Independiente y San Lorenzo.
Racing,el vigente campeón, por regularidad positiva, a despecho de las salidas de Renzo Saravia y Pol Fernández y de la objetiva merma que representaría el egreso del tan codiciado mediocampista Matías Zaracho.
Boca y River por disponer de los dos planteles más nutridos y de mayor jerarquía, aunque por estas horas el panorama de Boca es más brumoso a guisa de las posibles transferencias de Nahitan Nández y Darío Benedetto y en cambio River, según el direccionado y preciso deseo de Marcelo Gallardo, con la incorporación del defensor chileno Paulo Díaz tendría prácticamente la casa en orden.
Independiente y San Lorenzo entran en el casillero de los clubes que tienen planteles aceptables, o un poco más que aceptables, sin que estén a salvo de interrogantes vigorosos.
Llegó a la Argentina De Rossi. El refuerzo de #Boca ya está en su hotel https://t.co/iVR6uZ4MW9 pic.twitter.com/oqSIsS7Eng
— Jorge Battagliotti (@jbattagliotti) July 25 2019
En Independiente se aguarda la rápida cosecha de la impronta del tan prestigioso Becaccece y San Lorenzo, ahora dirigido por Juan Antonio Pizzi, con muchos billetes desembolsados y un evidente entusiasmo por el "deme dos" (los hermanos Bruno y Mauro Pittón y los hermanos Ángel y Oscar Romero), urge salir de la pesadilla de la Superliga anterior, cuando ganó nada más que tres partidos de 25 y terminó en el puesto 23.
Entre los equipos que andan con lo puesto, hacen lo que pueden y aspiran a realizar una buena campaña y en todo caso conforme pasen las fechas, ver qué pasa, a primera mirada sobresalen un par de contrataciones prometedoras de Estudiantes, Ángel González y Federico González.
En Lanús la mejor noticia es la continuidad de los buques-insignia Lautaro Acosta y José Sand; en Patronato la fuente de nostalgia la representa el hecho de que ya no contará con su líder carismático, el arquero Sebastián Bértoli; Arsenal de Sarandí ha vuelto a Primera cuando nadie dos pesos por su resurgimiento post muerte de Julio Grondona y la nota más simpática es la llegada de Central Córdoba de Santiago del Estero, el mismo club que en el primer Torneo Nacional, el de 1967, se dio el gusto de vencer en la Bombonera al mismísimo Boca de Roma, Marzolini y Rattin.
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— Jorge Battagliotti (@jbattagliotti) July 25 2019
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