El reclamo de Greenpeace se sumó a la protesta de los veganos. Hubo carteles contra la destrucción de bosques en pleno acto oficial.

 

Los activistas veganos, esta vez con el apoyo de Greenpeace, volvieron a La Rural tras los incidentes recientes. Pero esta vez no ingresaron al predio, custodiado por un estricto operativo de seguridad.

Con banderas y pancartas en rechazo al maltrato animal, los activistas se instalaron frente al ingreso principal al predio, en la esquina de las avenidas Santa Fe y Palermo.

El número de activistas presentes fue menor al que se vio el domingo, cuando -en una acción sorpresiva- ingresaron a la pista central del predio. A diferencia de lo ocurrido el fin de semana, no hubo roces con el público asistente a la ceremonia de inauguración de La Rural ni tampoco con el personal de seguridad.

Apenas se inició el discurso del presidente de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, los espectadores que estaban sentados en las gradas se sorprendieron al observar que, a espaldas del orador, unos banderines amarillos cayeron desde las estructuras del mismo escenario y se desplegaron mostrando un claro mensaje de crítica al avance de la ganadería sobre montes y bosques.

“Ganaderos basta de desmontes” y “Destruir montes es un crimen”, advirtió Greenpeace para concientizar sobre los desmontes selectivos autorizados para la producción de ganadería intensiva en Santiago del Estero, Chaco y Córdoba.

Para esa ONG, esos desmontes “son una clara violación a la Ley de Bosques” ya que los planes de expansión de la ganadería en el norte del país “ponen en riesgo a más de 10 millones de hectáreas de bosques nativos”, aseguran en su página web.