Desde la vecinal que los nuclea denunciaron que los fines de semana la zona es un descontrol, con trifulcas y palieres tomados como baños públicos.

Los problemas de convivencia urbana parecen replicarse en Rosario. Esta vez, vecinos del Paseo del Siglo nucleados en la vecinal del centro denunciaron un recrudrecimiento de la inseguridad, violencia, desmanes y ruidos molestos que se producen en los entornos de tres boliches en la zona de Santa Fe y Presidente Roca, lo que provoca rotura de botellas y veredas convertidas en "baños públicos".

Los hechos

"Se descontroló la situación. Es tierra de nadie. Llamamos a la GUM y no tenemos respuesta y la policía viene de vez en cuando", se quejan vecinos y comerciantes.

Cada fin de semana, la postal se repite. Rotura de vidrieras, madrugadas con grupos a los gritos y puertas de edificios que se usan como sanitarios.

Cuando finaliza el horario comercial, el centro se vuelve solitario y el Paseo del Siglo se torna más inseguro. "Es tierra de nadie, no hay control de nada, no tiene límites. Hemos hecho millones de denuncias", se quejaron los vecinos.

La conflictividad está planteada con un boliche de muchos años de existencia ubicado en Santa Fe entre Paraguay y Presidente Roca, un cantobar en la cuadra siguiente, ubicado frente al hotel de Santa Fe al 1600, y otro boliche de Presidente Roca al 700.

"Tenemos miedo, porque comprobamos que pese a los reclamos no se hace nada. Hay locales con casi 40 denuncias y ni se los clausuró", comentan a este diario. Las madrugadas en los entornos de estas discos hablan por sí solas.

La situación empeora los fines de semana largos. "Llamamos a la GUM y nada. Y a Control Urbano, porque los cuidacoches hacen lo que quieren. Vienen, se esconden y todo vuelve otra vez al caos", apuntaron para indicar como algo normal tanto de día como de noche los baldes de plástico y el lavado en la calle por parte de los trapitos.

Pero amén de la falta de convivencia, los gritos, ruidos molestos y el vandalismo que se desata en la vía pública; también reclaman mayor jerarquización de estos espacios con la colocación de veredas, mejor iluminación y una continuidad en el estilo del Paseo del Siglo hacia las calles San Lorenzo, Paraguay, Rioja y Oroño.

Uno de los vecinos, todos pidieron reserva de identidad, también fue un poco más allá en sus quejas. "Nuestra idea es que se retiren los boliches de la zona, no pueden estar más en el centro, porque la convivencia es muy dificultosa y nos están complicando la vida".

En picada

Por su parte, el titular de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta, se mostró preocupado por "la relajación de las autoridades en materia de seguridad. Tememos una escalada", admitió.

"El casco histórico y zonas aledañas está sufriendo un recrudecimiento de hechos delictivos, como arrebatos callejeros y robos a manos de pungas, que han regresado con más frecuencia", consideró el directivo para atribuir parte de la explicación a la transición gubernamental en la provincia y municipio.

"Es como si el gobierno que se está retirando ya no tiene obligación de gobernar y el que debe gobernar desde diciembre está con las manos atadas", graficó el referente de Casco Histórico.

En la entidad recepcionaron situaciones de todo tipo por parte de los comerciantes de esta zona. Plaza Pringles y San Martín están liberadas de controles, sobre todo de madrugada. "Es por estas razones que necesitamos una reunión urgente con el gobernador electo para trasladarle la agenda en temas de seguridad acumulada a lo largo de 5 años de trabajos y gestiones en la materia realizadas por nuestra organización", concluyó Acosta.

Hace dos años, comerciantes y vecinos del Paseo del Siglo ya habían denunciado el aumento de los robos de bolsos, carteras y celulares por parte de "históricos" punguistas.